Stephanie, excatólica, Suráfrica (parte 3 de 6)
Descripción: Su lucha interna.
- Por Stephanie
- Publicado 06 Jul 2015
- Última modificación 06 Jul 2015
- Impreso: 40
- Visto: 10,382 (promedio diario: 3)
- Clasificado por: 0
- Enviado por email: 0
- Comentado: 0
LA LUCHA INTERNA
Para ilustrar mis luchas internas, pongo a continuación algunos fragmentos que he recopilado de varios correos electrónicos que les envié a mis amigos en el transcurso de dos años:
2 de julio de 2009: En verdad amo a los musulmanes, por sus opiniones estrictas, y a veces veo un programa musulmán en la televisión solo para vislumbrar su belleza. Su práctica de la modestia se denomina "hiyab". ¡Ellos tienen mucho qué recordarnos a los cristianos!
1 de febrero de 2010: Para ser honesta, estoy atravesando una crisis en mi fe, mi identidad y mi vocación. ¡Mi crisis es tal que soy musulmana en el exterior y católica en el interior! No puedo ni pensar en dejar a Jesús, pero tampoco me deja de gustar la forma de vida de los musulmanes. Me gustan ambos, y esto parece ponerme en el límite entre el cristianismo y el Islam.
16 de febrero de 2010:Durante el último año ha aumentado mi atracción hacia la cultura islámica. Puedo decir personalmente que si tuviera que elegir mi religión de acuerdo con mis sentimientos actuales, me convertiría al Islam.
2 de marzo de 2010: …Me enfada y me desilusiona todo lo mundanal que se filtra en la Iglesia y oscurece su luz. … A veces miro a los musulmanes y quisiera ser una de ellos, pues he estado fascinada con el Islam durante los últimos dos años, pero entonces sé que no puedo, porque estoy muy unida a Jesús.
Veo dos programas musulmanes a la semana en televisión, solo por curiosidad. Uno de estos programas era sobre un hombre que se hizo musulmán. Él dijo que lo que le había gustado de la religión era su simplicidad, y que a él le encantaba la forma en que los musulmanes mostraban su fe en su forma de vivir y de vestir; prácticamente puedes saber quién es musulmán por la forma en que se ve. Esas son las mismas razones por las que yo también estoy fascinada con ellos. Estuve hablando con una mujer musulmana de mediana edad en la tienda donde compro mis cosas de costura. La tienda es manejada por musulmanes, y ya había hablado con esta mujer antes, puesto que ella me preguntó por qué llevaba velo. Le dije que aunque no soy musulmana, soy "amiga de los musulmanes". El joven de la caja me dijo una vez este año que yo me veía bien con mi velo. Yo quedé extasiada por el cumplido. ¡Esta es gente que me entiende! ¡Eso me hizo muy feliz!
Es un poco extraño, pero una vez, hace algún tiempo mientras estaba de compras con mi mamá, llevaba mi velo como una musulmana y ella me dijo de improviso: "¡Deberías haber nacido musulmana!" Y le dije con una sonrisa: "¡Sí, lo sé!". Realmente no me quería convertir, pero a medida que mi interés por el Islam crece, me preocupa que esté perdiendo mi fe cristiana… Mis creencias con respecto a las mujeres (e incluso algunas en relación al matrimonio) son las mismas que las islámicas, y a veces siento que encajo mejor con los musulmanes que con los católicos. No me siento tan en mi ambiente como cuando estoy entre musulmanas.
3 de marzo de 2010:Ella me dijo que debo esforzarme por hallar la causa de mi amor por el velo, y me sentí frustrada cuando ella sacó este tema a colación. Me irritó cuando dijo que "cubrir la cabeza al estilo católico" no era suficiente para mí, y por eso yo adoptaba la "forma extrema del velo islámico". ¿Y qué es "cubrir la cabeza al estilo católico"? Sí, puedo usar una mantilla para la misa, pero no puedo usarla en público, por eso no la utilizo. ¿Tengo que ser musulmana para que me guste usar velo?
5 de junio de 2010:Debo admitir algunas otras cosas, tengo un fuerte interés en el Islam, veo demasiadas opciones en el cristianismo. El Islam parece tan eterno e invariable, y el cristianismo parece haber cambiado tanto que se ha vuelto irreconocible.
18 de junio de 2011: Ya te había contado que tenía una gran fascinación por el Islam, la cual creció hasta que le puse fin, ya que temía que me llevara por el camino errado. Poco después de ello, me fui al convento. Cuando regresé, este interés volvió y, de hecho, me atrae tanto que decidí investigar más sobre el Islam.
Esta religión me atrae mucho, porque me veo comportándome más como musulmana que como cristiana; es como si mis opiniones personales sobre muchos temas (en especial la modestia y el velo) se reflejaran en el Islam. Esta situación en la que me encuentro ahora sigue el mismo patrón de mi interés en el catolicismo. Tenía mucho miedo de decirle a mi mamá al principio, también estaba muy temerosa de explorar el catolicismo por miedo a la condenación, fui muy sigilosa al estudiarlo, y lo practiqué antes de decidir cualquier posibilidad de conversión.
Como cristiana, me siento cada vez más sola, puesto que estoy sola en algunas de mis convicciones, mientras que como musulmana yo sería una de muchas que creen y hallaría solidaridad y apoyo. El Islam realmente me atrae por la misma razón que el catolicismo me atrajo al comienzo: unidad, que se hace más visible en la práctica. Este interés por el Islam me preocupa, ya que temo (al igual que antes de decidir hacerme católica) que si cambio mi fe me condenaré al Infierno. No puedo entender por qué Dios condenaría otras religiones al Infierno solo porque no siguen a Jesucristo directamente. Sin embargo, como cristiana se me ha dicho que si abandono a Jesús estaré perdida. No puedo aceptar la conversión ahora, pero la forma en que crece mi interés en ella parece hacerla cada vez más factible. Esto me asusta y, sin embargo, ¿qué puedo hacer? ¿Debo negar que el Islam me atrae mucho?
11 de febrero de 2011: De nuevo atravieso una crisis de fe... Y esta vez es peor que antes. Me siento desilusionada del cristianismo una vez más. Mi corazón va de aquí para allá, siendo tirado de un lado al otro. Me aterra ir al Infierno, y al mismo tiempo estoy enferma y cansada de escuchar que iré al Infierno si cambio mi fe.
13 de febrero de 2011: [En respuesta a mis amigos que han estado preocupados por mí] Ya es suficientemente difícil tratar de encajar con los cristianos cuando encajo mejor con los musulmanes. Y no es solo debido a la forma en que me visto o por mi creencia sobre la modestia. También me conmueve la forma en que ellos adoran utilizando inclinaciones y prosternaciones, quitándose los zapatos, todos al unísono, hombres y mujeres separados, y cómo su estilo de vida es tan simple y tan centrado, y su increíble peregrinación que no tiene par. Incluso la forma en que entierran a sus difuntos es la forma en que quisiera ser enterrada. Incluso he encontrado un nombre musulmán que me gusta: Saadiqah (que significa amor por la verdad). "¿Qué pasa conmigo? ¿Cómo me atrevo a ir en esa dirección?" Me lo pregunto a mí misma.
Cuando voy a misa me siento como un bicho raro y anhelo estar rodeada de musulmanes. No puedo sentir una conexión con muchos otros cristianos, en particular mujeres, y eso duele.
¿Qué sería mejor?
¿Martirizarme continuando esta forma de ser solitaria, no encajando, siendo el bicho raro, por la causa de ser una luz, enseñando modestia, pero sintiéndome amargada y solitaria o encontrar un nicho, donde pueda hallarle sentido a pertenecer a una comunidad, no ayudando tanto a los demás (aunque seguiré cosiendo) pero estando feliz y en paz en mi interior?
¿Qué sería más importante que evitar el camino del pecado en mi propia alma? No puedo bendecir a otras almas si no soy feliz en mi propia alma primero.
Puedo asegurarles que Le ruego a Dios, estoy segura de que Él quiere que sea yo misma y también que me sienta a gusto encajando con otros. No puedo pensar que Dios se enoje conmigo solo porque busco y exploro. Estoy especulando, nada es definitivo, pero me siento en una encrucijada.
Agregar un comentario