Introducción

 El Corán se divide en capítulos y versículos, pero también está dividido en treinta partes aproximadamente iguales. Cada parte es denominada yuz en árabe. Debido a que cada yuz no tener un objetivo temático, a cada uno se lo denomina a veces por su primera palabra. La trigésima parte se conoce como yuz amma, y lleva el nombre de la primera palabra de su primera sura, la 78 (La noticia). Esa es la primera de las suras cortas que se encuentran hacia el final del Corán. En general, se acepta que la mayoría de esas suras fueron reveladas en La Meca durante los primeros años de la misión del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).

Durante este período, la gente de La Meca que no había abrazado aún el Islam, se burlaba y expresaba dudas sobre la doctrina del Más Allá. El título de la sura es tomado de la segunda aleya, y su nombre denota su tema. La palabra naba implica la noticia de la Resurrección y del Más Allá, y todas sus 40 aleyas están dedicadas a este tema. La noticia inicia enumerando los dones de Dios a la humanidad, luego da una advertencia severa acerca del Día de la Resurrección y la rendición de cuentas por nuestras obras y comportamiento.

Aleyas 1 a 4: Una pregunta sobre la creencia

Dios formula una pregunta. ¿Qué se preguntan el uno al otro? ¿De qué están hablando? Es una pregunta retórica a fin de producir un efecto en nosotros. Él nos proporciona la respuesta, ellos están hablando de una gran noticia (la certeza de la Resurrección y el Más Allá). ¿De verdad están hablando y discutiendo sobre este evento, en lugar de prepararse para ello? No pasará mucho tiempo antes de que lo entiendan, muy pronto llegarán a saber que el Día de la Resurrección y el Más Allá son reales. Esta es una advertencia enfatizada y confirmada para quienes persisten en negar la inevitabilidad de ese día.

Aleyas 5 a 16: La generosidad de Dios para con la humanidad

Dios da evidencia de Su poder. Él hizo la tierra plana y las montañas seguras. Ellas están clavadas en la tierra para darle estabilidad y equilibrio. Creó personas en parejas, hombres y mujeres, y creó el sueño para que las personas puedan descansar. Dios hizo la noche como un manto, una cubierta o un ocultamiento, y el día para que la gente pueda ganarse la vida. En un universo perfectamente diseñado, la Tierra está en su propia órbita girando alrededor de un Sol que sostiene la vida. Y Él ha enviado la lluvia en abundancia para facilitar el crecimiento de vegetación de todo tipo, desde granos hasta lujosos jardines.

Aleyas 17 a 30: Descripción del Día de la Resurrección y el Infierno

Dios aclara que la fecha del Día de la Resurrección ya ha sido establecida. En ese día trascendental se tocará la trompeta y toda la humanidad se levantará de la tumba. Vendrán en multitudes mientras el cielo se abre de par en par como si fuera una puerta. Las montañas temblarán hasta convertirse en un espejismo. Esas cosas sucederán. El Infierno está al acecho de los que no creyeron y de quienes transgredieron los mandamientos de Dios. Es allí donde vivirán por un tiempo interminable. No sentirán brisa fresca ni tendrán agua fría para beber. A los habitantes del Infierno no se les ofrecerá más que agua hirviendo y suciedad en descomposición. Será una recompensa apropiada en proporción a sus crímenes.

Los incrédulos no esperaban ser llamados a rendir cuentas. Ellos negaron alegremente las revelaciones. No temieron el ajuste de cuentas y describieron el mensaje como mentiras. Sin embargo, todo está documentado en un registro claro. Ahora ellos probarán y experimentarán los frutos de su labor. Los habitantes del Infierno no pueden esperar más que un aumento del tormento que sienten.

Aleyas 31 a 37: Dones para los justos

Los justos, aquellos que eran conscientes de Dios y de su compromiso con Él, tendrán éxito, recompensa y protección contra el fuego del Infierno. Ellos alcanzarán los deseos de su corazón, jardines hermosos y viñedos. Tendrán compañeros perfectos y beberán de copas desbordantes. En este hermoso jardín no escucharán conversaciones vanas ni se les dirá mentira alguna.

Este es un regalo de la generosidad ilimitada del Dios Misericordioso para los justos. No solo se les dará lo que merecen sino mucho más, porque Él es el Señor de los cielos y de la Tierra, y de todo lo que hay entre ellos. El Día será tan aterrador que nadie será capaz de hablarle a Dios sin Su permiso.

Aleyas 38 a 40: En el Día de la Verdad

El Día de la Resurrección es el día en el que el ángel Gabriel y los ángeles se unirán en formación, fila tras fila. Nadie hablará, excepto aquellos a quienes el Dios Compasivo otorgue permiso. Y entonces solo serán capaces de hablar con la verdad, porque ese será el Día de la Verdad. Ese día será una realidad, así que quien desee tener éxito debe buscar el camino a Dios a través de las creencias correctas y las obras rectas.

La gente ha sido advertida de un castigo inminente. En el Día de la Resurrección todos verán la verdad de sus actos y hechos. Verán lo que han hecho sus manos y muchos desearán haber permanecido en la Tierra como nada más que polvo. El grito del incrédulo será: "¡Ojalá fuera polvo!".