Sura 5, Al Maida (La mesa servida) (parte 1 de 3)
Descripción: Breve comentario del capítulo 5 del Corán, que habla de los alimentos, la cacería, los juramentos hechos por judíos y cristianos, la vida después de la muerte y el banquete de Jesús.
- Por Imam Mufti (© 2018 IslamReligion.com)
- Publicado 02 Apr 2018
- Última modificación 25 Jun 2019
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Introducción
Esta sura trata sobre la comida, y un tema principal es la regulación de la comida lícita e ilícita, y la obediencia a esta regulación se considera como parte del pacto entre Dios y los creyentes. También habla sobre cazar para comer durante el peregrinaje. Dios también tomó juramento de los judíos y de los cristianos, y la sura habla de lo que ellos hicieron con sus juramentos. Algunos pasajes tratan de la vida en el Más Allá y el veredicto de los mensajeros sobre el comportamiento de sus comunidades. Se menciona cuando los discípulos de Jesús le pidieron que orara a Dios, así como la renuncia de Jesús de cualquier reclamo de divinidad.
Aleyas 1 a 6: Legislación de contratos, ofrendas a Dios, peregrinos, los meses inviolables, alimentos, baño ritual, ablución y ablución seca
Cumple tus obligaciones.
Está prohibido cazar mientras estén en peregrinación; pero cuando hayan completado los rituales de la peregrinación, pueden cazar. No dejen que su odio hacia algunas personas los haga violar la ley. Ayúdense unos a otros a hacer lo correcto y no se ayuden en el pecado.
Se les prohíbe comer carroña, sangre, carne de cerdo, cualquier animal sobre el que haya sido mencionado el nombre de cualquiera distinto a Dios o que haya sido sacrificado en altares paganos. Además, está prohibido todo animal que haya sido estrangulado, corneado, o que haya sido víctima de un golpe violento o caída. También les es prohibido el animal que haya atacado por una bestia de presa, a menos que logren sacrificarlo antes de su muerte.
Hoy he perfeccionado la religión para ustedes, he completado Mis bendiciones sobre ustedes, y he elegido para ustedes el Islam como su religión. Si alguno de ustedes es forzado por el hambre a comer alimentos prohibidos, sin tener la intención de violar la ley ni de hacer el mal, entonces Dios es el Más Perdonador.
La comida de los judíos y los cristianos es lícita para ustedes, así como su comida es lícita para ellos. También lo son las mujeres judías y cristianas castas si se casan con ellas, no las tomen como enamoradas ni como amantes secretas.
Dios no desea imponerles ninguna carga, solo desea purificarlos y perfeccionar Su bendición sobre ustedes, así que sean agradecidos.
Aleyas 7 a 32: La alianza con Dios, Sus favores y Su mandamiento de hacer justicia; algunas condiciones de la Gente del Libro, la experiencia de Moisés con los judíos, los dos hijos de Adán y la inviolabilidad del alma humana
La fe es el voto que une a Dios con Sus siervos. El siervo jura que permanecerá consciente de Dios en su vida, y Dios le garantiza que Él será el guardián de Su siervo en esta vida y en la próxima. El siervo de Dios debe demostrar su cumplimiento de este voto de dos maneras:
En primer lugar, se mantiene firme en el camino de Dios. En toda ocasión, debe dar la respuesta que se espera de un siervo a su Señor. Cuando observa el universo, su mente debe estar llena con la consciencia de la gloria y el poder de Dios. Cuando se ve a sí mismo, debe darse cuenta de que su existencia se debe por completo a la gracia y la misericordia de Dios. Si estas emociones hacen erupción, debe ser por la causa de Dios. Si su atención se enfoca en alguien, debe ser en Dios. Sus temores deben estar vinculados con Dios. El recuerdo de Dios debe ser lo más importante en su mente. Debe ser dado a la oración y a la obediencia a Dios, y debe gastar sus bienes por la causa de Dios.
En segundo lugar, para el cumplimiento de la alianza del siervo con Dios, su trato con sus semejantes debe estar basado en la justicia y el juego limpio. Justicia significa dar a cada persona lo que merece, ni más ni menos. En su trato, debe seguir los dictados de la justicia y no los de sus deseos. Debe apegarse a este principio al punto de adherirse a la justicia incluso cuando se trata de sus enemigos, aún si los agravios y los recuerdos amargos tratan de desviarlo del camino de la justicia.
Los profetas les pidieron a los Hijos de Israel que llevaran una vida piadosa, y los jefes de las doce tribus fueron designados para vigilarlos. La promesa tomada a los Hijos de Israel fue que ellos se harían piadosos realizando las oraciones (salat), cumplirían con los derechos de los demás en la forma de la caridad obligatoria (zakat), se alinearán del lado de Dios apoyando a Sus profetas, y gastarán sus bienes en apoyo de la lucha por la religión de Dios. Solo después de emprender todo esto y de establecer un sistema colectivo entre ellos que asegure el cumplimiento continuo de estos deberes, tendrán derecho a la compañía y el apoyo de Dios. Uno alcanza el Paraíso realizando buenas obras, y no debido a ninguna relación racial.
La Gente del Libro se extravió al omitir algunas de las enseñanzas de su religión por medio de una mala interpretación o una distorsión deliberada. Ellos también se impusieron a sí mismos restricciones que no habían sido ordenadas por Dios.
Considerar a cualquier comunidad como la favorita de Dios es un pensamiento sin sentido. Todos obtendrán su recompensa ante Dios de acuerdo a sus obras. El futuro de cada ser humano se decidirá en base a su desempeño en este mundo de pruebas y exámenes. Ni el Paraíso ni el Infierno es el lugar nativo de ninguna comunidad.
Caín fue instruido a través de un cuervo sobre cómo enterrar el cadáver. Esto señala el hecho de que el hombre tenía menos conocimiento que los animales acerca de las vías naturales.
Cuando una persona mata a otra, es un asesino no solo de esa persona sino de toda la humanidad, porque transgrede la ley del respeto por la vida humana de la que dependen las vidas de todos los demás seres humanos.
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