Sura 2, aleya 177: La aleya de la rectitud
Descripción: Dios explica con claridad cuáles son las cualidades que deben estar presentes en una persona para que sea considerada recta.
- Por Aisha Stacey (© 2018 IslamReligion.com)
- Publicado 07 May 2018
- Última modificación 07 May 2018
- Impreso: 8
- Visto: 5,613 (promedio diario: 2)
- Clasificado por: 131
- Enviado por email: 0
- Comentado: 0
"La verdadera virtud no consiste en orientarse hacia el oriente o el occidente [durante la oración], sino que es piadoso quien cree en Dios, el Día del Juicio, los ángeles, el Libro, los profetas, hace caridad a pesar del apego [que tiene por los bienes materiales] a los parientes, los huérfanos, los pobres, los viajeros insolventes, los mendigos, y colabora para liberar esclavos y cautivos. [Tiene piedad quien] hace la oración prescrita, paga el zakat, cumple con los compromisos contraídos, es paciente en la estrechez, la adversidad y ante la persecución. Esos son los veraces en su fe y los verdaderos piadosos" (Corán 2:177).
El versículo esencial conocido como "aleya de la rectitud" aparece en el último tercio del segundo capítulo del Corán, "La vaca". Esta es la sura más larga del Corán y fue revelada casi completamente en Medina. La vaca fue revelada en pequeñas secciones a lo largo de un período de tiempo extenso, y cubre una serie de temas que incluyen, pero no se limitan a, doctrinas de fe y conceptos fundamentales. Esta larga aleya contiene gran sabiduría al explicar que realizar ritos religiosos con una muestra externa de piedad, pero sin fe verdadera y obediencia a Dios, es de poco valor.
La palabra árabe para rectitud es birr y tiene varios niveles de significado. Ha sido traducida como piedad, virtud y caridad. Birr se deriva de las letras raíz ba-ra-ra. La palabra barr significa tierra, y también se deriva de las mismas letras raíz. En el pasado, cuando una persona zarpaba, estaba inquieta debido a los peligros involucrados, y solo se sentía a salvo cuando regresaba por fin a tierra firme y estable. Birr abarca la satisfacción, el placer y la felicidad interiores que siente una persona cuando hace lo correcto, cuando todo se siente correcto y en paz consigo mismo y con su entorno. Así, en el sentido islámico, cuando una persona hace lo correcto, obedece a Dios y Lo adora solo a Él de la forma correcta, se siente satisfecha, segura y feliz. Birr es rectitud, es actuar de modo que se invoca esta paz interior. Es un conjunto firme de creencias y actos que mantienen tu vida equilibrada y segura.
Dios comienza la aleya diciendo que no es verdadera rectitud (piedad, virtud) el simple hecho que vuelvas tu rostro hacia el oriente o hacia el occidente, sino que la rectitud se encuentra en la persona que cree en Dios, el Último Día, los ángeles, el Libro y los profetas. Al principio, Dios les ordenó a los musulmanes que se orientaran hacia Jerusalén cuando rezaban, y eso era hacia el oriente. Luego cambió dicha dirección hacia la Kaba en La Meca, y eso era hacia el occidente. Este cambio fue difícil para algunas personas, así que Dios reveló que la dirección solo es importante porque cumple un mandato hecho por Dios. La dirección en sí misma no es importante, similar a como la apariencia externa de piedad no es importante a menos que la persona crea en todos los mandamientos de Dios.
Dios menciona luego algunas creencias y hechos fundamentales que constituyen la rectitud. Específicamente, menciona cinco de los seis pilares de la fe. Si una persona ha de tener una rectitud verdadera, el primer requerimiento que debe cumplir es tener fe. La creencia o fe en Dios es lo más importante en el Islam y es la base de una vida moral y respetuosa. La creencia en el Más Allá da testimonio del hecho de que la vida tiene un propósito, y que la persona buena y recta será recompensada. La creencia en los ángeles confirma la creencia en un mundo donde algunas cosas están más allá de la percepción humana, y la creencia en el Corán significa que das testimonio de la veracidad e integridad de todos los libros revelados. Los profetas y mensajeros de Dios fueron modelos de verdadera rectitud y piedad, y creer en ellos es esencial para cultivar nuestra propia rectitud.
Una persona realmente recta da caridad de su riqueza, a pesar de su amor por las cosas buenas que posee y sin importar cuánto las necesite. El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo[1] que la mejor caridad es la que das mientras eres saludable y estás ahorrando con la esperanza de enriquecerte, temiendo la pobreza. Una persona no debe esperar hasta que su muerte sea inminente para entonces dar caridad. En lugar de ello, debe dar libremente de las cosas que ama.
La rectitud requiere implementación, y según esta aleya, un signo de rectitud es demostrar bondad y misericordia hacia nuestros semejantes. Los rectos dan de sus riquezas a sus parientes, aunque las personas a menudo son reacias a ayudar a quienes les son cercanos, prefiriendo dar a alguna organización de caridad reconocida. Debemos dar con generosidad a los pobres y a los huérfanos. Una forma de evaluar una sociedad es observar cómo trata a sus miembros más vulnerables[2]. La caridad de los virtuosos también debe estar dirigida al viajero necesitado, a quienes requieren ayuda y a la liberación de los esclavos.
El siguiente paso en la búsqueda de justicia consiste en realizar la oración y pagar la caridad obligatoria. Estos son dos mandamientos de Dios y dos de los pilares del Islam. No es suficiente con hacer uno sin hacer el otro. La persona que reza, pero no paga el zakat, y viceversa, no es alguien que esté firmemente en el camino hacia la rectitud y hacia la salvación en la Otra Vida. La oración es más que una secuencia de movimientos, es un acto de completa sumisión a la voluntad de Dios. Pagar la caridad obligatoria es una obligación religiosa y una redistribución de la riqueza.
Otro aspecto de la rectitud incluye cumplir los contratos y las promesas, ello hace parte de llevar una vida islámica. Un musulmán cumple su palabra en todos los asuntos, como comprar y vender, alquilar, rentar, tratos de asociación y los contratos matrimoniales. Esto incluye las promesas hechas a Dios y a los seres humanos. Una persona recta también es paciente, esa es una de las cualidades más importantes de un creyente. Esta aleya especifica la paciencia cuando uno enfrenta la pobreza o la enfermedad, y en tiempos de guerra. Vivir la vida de acuerdo al Islam le da al creyente una ventaja cuando se trata de luchas que, en otras circunstancias, podrían hacerlo caer. La paciencia y la resistencia superarán la calamidad, las dificultades, el conflicto y el peligro.
La aleya termina diciendo que estas cualidades descritas pertenecen a la gente de la verdad. Para obtener este título, deben probar que son capaces de convertir la fe y la rectitud en una forma práctica de vida. Ellos temen el castigo de Dios, pero tienen esperanza en Su misericordia porque son conscientes de Dios en todo lo que hacen, y son cuidadosos al cumplir sus obligaciones para con Él.
Agregar un comentario