La historia de José (parte 5 de 7): De la prisión al palacio

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Descripción: José es sentenciado a prisión, interpreta sueños y es llamado a palacio.

  • Por Aisha Stacey (© 2011 IslamReligion.com)
  • Publicado 14 Nov 2011
  • Última modificación 14 Nov 2011
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The_Story_of_Joseph_(part_5_of_7)_001.jpgLa historia de José es un ejemplo de paciencia ante la adversidad. A lo largo de su vida, hasta ese momento, José enfrentó pruebas y tribulaciones con plena confianza en Dios. Sin embargo, una vez más, estaba en una situación difícil en extremo. Fue forzado de nuevo a defenderse de las malas intenciones de la esposa de Al Aziz, esta vez frente a sus camaradas. José clamó a Dios por ayuda. Dijo:

“¡Oh, Señor mío! Prefiero la cárcel en vez de aquello a lo que me incitan; y si no apartas de mí sus maquinaciones podría ceder a ellas y me contaría entre los ignorantes”. (Corán 12:33)

José creía que ir a prisión era preferible a vivir en la casa de Al Aziz. El ambiente estaba lleno de lujuria y codicia, y de seducción y belleza ilegítimas, quizás de manera similar a muchas sociedades actuales. Él creía que la prisión sería mejor que sucumbir a la fitnah[1] que lo rodeaba. Dios respondió a la súplica de José y lo rescató.

“Y su Señor le respondió su súplica y apartó de él sus artimañas; ciertamente Él es Omnioyente, Omnisciente. Les pareció bien a ellos [al administrador y sus consejeros] luego de ver las pruebas [que indicaban su inocencia], encarcelarlo por un tiempo [hasta que la gente se olvidase del asunto]”. (Corán 12:34-35)

Aunque estaba convencido de la inocencia de José, Al Aziz, Primer Ministro de Egipto, puso a José en prisión. Él no podía ver otra forma de salvaguardar la reputación de su nombre y posición.

José en prisión

Encarcelados con José estaban dos hombres que reconocieron su piedad y rectitud. Ambos habían estado plagados por sueños vívidos, y ahora tenían la esperanza de que José fuera capaz de interpretarles sus sueños. Un hombre vio en un sueño que estaba produciendo vino, el otro vio en un sueño que los pájaros comían pan de su cabeza. José les dijo: “Voy a informarles el significado de estos sueños antes que su próxima comida les sea servida”.

“Antes de que os traigan la comida ya os habré dado su interpretación. Esto [la interpretación de los sueños] es lo que mi Señor me enseñó; por cierto que yo no sigo la religión de un pueblo que no cree en Allah ni en la otra vida. Y sigo la religión de mis padres, Abraham, Isaac y Jacob, y no asociamos ningún copartícipe a Allah. Esto es una gracia de Allah para nosotros y para todo aquel que siga la guía, pero la mayoría de los hombres no lo agradecen”. (Corán 12:37-38)

Nótese el comportamiento de José. Cuando le preguntan acerca de los sueños, de inmediato les recuerda que es Dios quien provee su sustento, así como su propio conocimiento de la interpretación de los sueños. José es muy cuidadoso en diferenciar entre lo que proviene de Dios y lo que viene de sí mismo. Él deja en claro su religión. No cree en la religión que es practicada en su entorno, sino que cree en la religión verdadera, que incluye la creencia en el Más Allá. José asegura que su familia, la familia de Abraham, mantiene el conocimiento de la Unidad y Unicidad de Dios, y que su religión y su familia no Le atribuyen copartícipes a Dios. Aunque el pueblo de Egipto sabía acerca de Dios, ellos decidieron adorar a otras deidades como asociados o intercesores.

Después de informarles a sus compañeros que los dioses falsos no tienen fundamento, y de explicarles la Omnipotencia de Dios, José interpreta los sueños. Dice que uno de ellos se convertirá en un colaborador estrecho del rey, y que el otro será crucificado y los pájaros comerán de su cabeza.

“¡Oh, mis dos compañeros de cárcel! Uno de vosotros escanciará el vino al rey; y en cuanto al otro, será crucificado y los pájaros comerán de su cabeza. Así sucederá [por designio divino] de acuerdo a la interpretación que me consultasteis”. (Corán 12:41)

José se acercó al compañero que estaba destinado a ser cercano al rey y le dijo: “Por favor, recuérdame ante tu rey”. Esperaba que el rey revisara su caso, viera su opresión y lo liberara. Sin embargo, los susurros y el subterfugio de Satanás lograron que el compañero olvidara mencionar a José y, en consecuencia, él siguió en prisión por algunos años más. Los eruditos del Islam sostienen dos opiniones diferentes respecto a la naturaleza de este olvido. Ibn Kazir dice que el compañero olvidó mencionar a José, mientras que otros eruditos se enfocan en la posibilidad de que José hubiera olvidado buscar la ayuda de Dios, y por ello el compañero olvidó mencionarlo. En cualquier caso, José permaneció en prisión y continuó confiando en Dios con paciencia y fortaleza.

El sueño del Rey

El rey soñó que estaba de pie a orillas del Nilo viendo siete vacas gordas que salían del río seguidas por siete vacas flacas. Las siete vacas flacas devoraron a las gordas. Después, el sueño cambió y vio siete espigas verdes de cereales creciendo a orillas del Nilo. Estas desaparecieron en el lodo y en su lugar crecieron siete espigas secas. El rey se despertó conmocionado y asustado, e hizo llamar a sus brujos, sacerdotes y ministros. Ellos no pudieron interpretar el sueño y llegaron a la conclusión unánime de que se había tratado de una pesadilla. El compañero de prisión de José se enteró del sueño y recordó a José. Con el permiso del rey, corrió a la prisión y pidió a José que interpretara el sueño.

“Dijo [José]: Sembraréis siete años como de costumbre, y lo que cosechéis dejadlo en las espigas [para conservarlo] excepto una parte, de la que comeréis. Luego de esto, se sucederán siete años de sequía en los que comeréis lo que hayáis acopiado para ellos, salvo una parte de lo que reservasteis [para volver a sembrar]. Luego vendrá un año en que la gente será agraciada con la lluvia, y en él prensarán [las uvas y las aceitunas]’”. (Corán 12:47-49)

El rey quedó atónito con esta interpretación, pues José no sólo le dio su significado sino que también le recomendó un curso de acción. El rey exigió que José fuera presentado ante él. Sin embargo, José se rehusó a dejar la prisión e insistió en que el mensajero volviera donde el rey y le preguntara: “pregúntale cuál era la intención de las mujeres que se cortaron las manos” (Corán 12:50). José no quería salir de prisión hasta que su inocencia no fuera establecida.



Footnotes:

[1] Fitnah es una palabra en árabe que no es fácil de traducir al español. Significa un momento de prueba o tribulación. Más particularmente, una situación que impide adorar correctamente a Dios, o que provoca actos de desobediencia o de incredulidad.

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