Oved ben Aharon, exjudío, Estados Unidos (parte 1 de 4)
Descripción: 25 años de reflexión y evaluación de la comunidad judía y de su tradición, y estudios profundos dentro de las Yeshivas de Jerusalén, llevaron finalmente a Oved hacia el Islam. Primera parte: Una evaluación veraz de la comunidad judía “exiliada”.
- Por Oved ben Aharon
- Publicado 24 Jul 2017
- Última modificación 24 Jul 2017
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Rambam (Rabbi Moisés ben Maimón) comenta en Moreh Nevuchim (Guía para los perplejos) que debemos "hacer una pausa y detenernos" ante lo que nos parece dudoso. En varios momentos de mi vida, me he detenido a considerar la veracidad o exactitud de mi fe y mi tradición judía. Pero en especial en los últimos 15 años, he estado pausando y reevaluando el judaísmo y el estatus de Klal Yisrael (la congregación entera de Israel). La duración de nuestro exilio actual, el exilio romano, ha superado ya por cinco veces la duración de nuestro exilio en Egipto. La gran mayoría de los ciudadanos israelís en nuestra patria "judía" son ateos militantes. Una encuesta en la que se les preguntó a judíos israelíes acerca de si creen en la venida del Mesías y la construcción del Tercer Templo, reveló que la respuesta es un NO apático. Todas esas cosas pueden arreglarse, pero las traigo a colación con el propósito de mostrar que algo anda mal, algo que pide que nos detengamos y reflexionemos, con mente abierta, sobre qué es lo que ha sucedido dentro de nuestra comunidad.
Cuando te mudas a una nueva comunidad o cuando la comunidad recibe a una nueva familia, las primeras tres preguntas son las siguientes: 1. ¿A qué te dedicas? 2. ¿Guardas tu kosher?; si es así, ¿qué tan estrictamente? Y si eres estricto, ¿eso incluye lo que comes fuera o solo lo guardas en tu casa? 3. ¿Eres un Shomer Shabbos (observas el Sabbath)? Las preguntas no son un problema en sí mismas, pero los cambios culturales que subyacen a estas preguntas son inquietantes. ¿Por qué no preguntamos lo siguiente?: 1. ¿Crees en un único Dios y recitas el Shema a diario? 2. ¿Rezas tres veces al día?; y si no, ¿necesitas ayuda para aprender a rezar? 3. ¿Por qué los congregantes son categorizados por su ocupación y su observación del Sabbath y no por su adoración al Único Dios Verdadero a través de la obligación de la oración?
Durante años he tenido conversaciones con amigos acerca del hecho de que Dios es remplazado en el judaísmo; más exactamente, de que Dios es remplazado por el judaísmo. Si tienes alguna duda, simplemente préstale más atención a las conversaciones en tu mesa del Sabbath y a los artículos del periódico durante Rosh Hashana y la Pascua. Esas ediciones de periódicos en los últimos años se han enfocado en la arquitectura y las recetas, y dos de los artículos aportados por mis rabinos locales dejaron de mencionar por completo a Dios hasta el final: "Que Dios les dé un dulce año nuevo". Durante el período de tiempo en que se supone que estamos acercándonos a Dios y renovando nuestro compromiso con Él, profundizamos en recetas de cocina para impresionar a los invitados. Cuando asistimos a una actividad de aprendizaje ofrecida por la plataforma de educación para adultos de alguna organización jasídica internacional, las preguntas al final de las unidades incluyen: "¿Qué quiere la Torá que hagas en esta situación?". Mi reacción es que la Torá no quiere que yo haga nada, ya que es un pergamino y no tiene emociones; en cambio, Dios sí quiere que yo haga algo. ¿Por qué Dios ha sido remplazado, y hace cuánto que ocurrió eso en nuestra tradición? ¿Por qué cuando se levantó el Templo toda la comunidad entendió el grave pecado que era utilizar miel en los sacrificios o incluir miel en los festines rituales? Recordemos la sección del Talmud sobre la mezcla de incienso incluida en el Siddur para las oraciones del Sabbath, cuya recitación deja claro que el uso de miel en la mezcla de incienso invalida el incienso. ¿Por qué es tan importante? Era importante porque el uso de miel era popular en las ofrendas idólatras, y no usábamos la miel a fin de alejarnos de la idolatría y darles la espalda a las prácticas prohibidas. Rambam explica que los idólatras preferían cosas dulces para sus sacrificios, las que sazonaban con miel, mientras que la sal jamás es mencionada en sus sacrificios, y, según nuestra Ley, se requiere sal en todo sacrificio (véase Levítico 2:13). Incluso hoy en día, desde Rosh Hashanah hasta Sukkot endulzamos nuestras manzanas y nuestro pan challah con miel, y la comunidad judía está más pendiente de esta adición ritual (que resulta inadecuada y no tiene fundamento en la Torá ni en el Talmud) que de los cambios de redacción en la recitación del Kaddish y de los cambios en las oraciones diarias. En otras palabras, la miel es más popular y recibe mayor atención que el hecho de que Dios sea abordado como Melekh (Rey).
Creo que el problema es que el judaísmo tuvo que inventarse a sí mismo después de la destrucción del Segundo Templo, si no es que antes. El rabino Yoshanan ben Zakai escapó de la carnicería romana y fue a Yavne, donde conformó lo que en la actualidad se conoce como judaísmo rabínico (servicios de oración sin los sacrificios del Templo, referencias hechas dentro de la oración sobre lo que se puede y no se puede hacer, y festivales y Día de Expiación sin Sumo Sacerdote que recite el Nombre de Dios). El rabino creó un sistema de observación y mantenimiento diarios que no depende del Templo ni de la peregrinación a Jerusalén, que nos llevaría al fin del exilio, que él mismo creía era inminente (véase Berakot 28b, cuando estando cerca de la muerte, instruyó a sus estudiantes a preparar el trono para Hezekiah, el Reino de Judá, que ya venía). Ben Zakai tuvo que enfatizar la observancia externa para acercarse a Dios, debido a que la Presencia Divina se había ido, y el método dado de acercamiento a Dios (el ritual del sacrificio) había desaparecido. Los judíos educados saben que la Presencia Divina (Shechinah) tampoco estaba realmente en el Segundo Templo (pues Aron Kodesh, el arca de la alianza, se perdió cuando el Primero Templo fue destruido), así que el sistema establecido por Ben Zakai era, en esa época, lo más cercano a la verdadera aproximación al Divino.
Cabe señalar que las acciones de Ben Zakai en Yavne eran cuestionables, ya que adornó su escuela allí como el nuevo Sanedrín en un cambio unilateral de poder para tomar decisiones después de la destrucción de Jerusalén. A la luz de esto, el judaísmo rabínico es el hijo de una institución ilegítima (¿judaísmo mamzer (bastardo)?). Hablando de acercarnos al lugar Divino y Sagrado en la actualidad, recuerdo haber ido al Muro de los Lamentos con mi amigo yeshiva Naftalí. Él me dijo que no sintió nada en el Muro, que estaba celoso de los viejos barbudos llorando, que quería tener esa experiencia. Le expliqué que ellos sentían lo mismo que él, nada, y que probablemente era por eso que lloraban. Lloramos porque no sentimos nada, estamos en el exilio, y la Presencia Divina se ha ido. Esa es nuestra excusa para muchas de las deficiencias de la comunidad: estamos en el exilio.
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