La Biblia niega la divinidad de Jesús (parte 3 de 7): Ni Todopoderoso ni Conocedor de todas las cosas
Descripción: La Biblia claramente demuestra que Jesús no fue ni todopoderoso ni omnisapiente como el verdadero Dios debe ser.
- Por Shabir Ally
- Publicado 02 Mar 2009
- Última modificación 02 Mar 2009
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Los cristianos y los musulmanes concuerdan en que Dios es Todopoderoso y Omnisapiente. Los evangelios demuestran que Jesús no era todopoderoso ni lo sabía todo, ya que tenía ciertas limitaciones.
Marcos nos cuenta en su evangelio que Jesús no podía realizar ningún obra grandiosa en su pueblo a excepción de algunas pocas cosas: “En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al imponerles las manos” (Marcos 6:5). Marcos también nos dice que cuando Jesús trató de sanar a un hombre ciego, el hombre no fue sanado en el primer intento y Jesús tuvo que intentarlo una segunda vez (ver Marcos 8:22-26).
Por lo tanto, aunque sentimos mucho amor y respeto por Jesús, necesitamos comprender que no es el Dios Todopoderoso.
El evangelio de Marcos también revela que Jesús tenía limitaciones en su conocimiento. En Marcos 13:32 Jesús declara que él mismo no sabía cuándo sería el Último Día, sino que sólo el Padre lo sabe (ver también Mateo 24:36).
Por lo tanto, Jesús no pudo haber sido el Dios Omnisapiente. Algunos dirán que Jesús sabía cuándo sería el Último Día, pero decidió no decirlo; sin embargo eso complicaría aún más el asunto. Jesús pudo haber dicho que lo sabía pero no deseaba decirlo; en cambio, él dijo que no lo sabía. Por lo tanto, debemos creerle a él, pues Jesús no mentía en lo más mínimo.
El evangelio de Lucas también revela que Jesús tenía conocimientos limitados. Lucas dice que Jesús aumentó su conocimiento (Lucas 2:52). En Hebreos 5:8 también leemos que Jesús aprendió la obediencia. Pero el conocimiento y la sabiduría de Dios es siempre perfecta y Dios no aprende cosas nuevas. Él sabe todo siempre. Entonces, si Jesús aprendió algo nuevo, eso prueba que no sabía todo antes de eso, por lo tanto no era Dios.
Otro ejemplo del limitado conocimiento de Jesús es el episodio de la higuera mencionado en los evangelios. Marcos nos dice lo siguiente: “Al día siguiente, cuando salían de Betania, Jesús tuvo hambre.13 Viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si hallaba algún fruto. Cuando llegó a ella sólo encontró hojas, porque no era tiempo de higos”. (Marcos 11:12-13)
Estos versos demuestran que el conocimiento de Jesús era limitado en dos sentidos. Primero, él no sabía que el árbol no tenía frutos hasta que llegó a él. Segundo, no sabía que todavía no era temporada de higos.
¿Pudo haberse convertido en Dios más tarde? ¡No! Porque hay un solo Dios, y Él es Dios desde siempre y para siempre (ver Salmos 90:2).
Algunos pueden decir que Jesús era Dios pero tomó la forma de un siervo y por eso tenía limitaciones. Bien, eso significaría que Dios cambió. Pero Dios no cambia. Dios dice eso en Malaquías 3:6.
Jesús nunca fue Dios, y nunca lo será. En la Biblia Dios declara: “… Antes de Mí no hubo ningún otro dios, ni habrá ninguno después de Mí”. (Isaías 43:10)
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