Idris Tawfiq, sacerdote católico, Reino Unido
Descripción: Un sacerdote católico británico acepta el Islam luego de leer el Corán y relacionarse con los musulmanes.
- Por Manal Abdulaziz (de The Egyptian Gazette)
- Publicado 01 Jun 2009
- Última modificación 01 Jun 2009
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“Encontrarás que los peores enemigos de los creyentes son los judíos y los idólatras, y los más allegados a ellos en afecto son quienes dicen: Somos cristianos. Esto es porque entre ellos hay sacerdotes y monjes [sabios y desapegados], y por que no son soberbios. Y cuando oyen lo que le ha sido revelado al Mensajero, ves que sus ojos se inundan de lágrimas porque reconocen la Verdad. Dicen: ¡Señor nuestro! Creemos, cuéntanos, pues, entre quienes son testigos [de la Verdad]”. (Sura Al-Maida 5:82-83)
Esto fue lo que le pasó al antiguo sacerdote católico británico Idris Tawfiq, al recitar el libro sagrado del Islam, el Corán, a sus estudiantes en un colegio en el Reino Unido. Y este fue uno de los pasos importantes en su viaje de conversión al Islam.
Durante una conferencia que dio en el Consejo Británico en El Cairo, Tawfiq dejó en claro que él no tiene remordimientos acerca de su pasado y lo que él guarda acerca de lo que los cristianos hacen y su vida en el Vaticano por cinco años.
“Yo disfruté siendo sacerdote, ayudando a la gente por algunos años. Sin embargo, en mi interior no estaba feliz y sentía que había algo que no estaba bien. Afortunadamente, y es la voluntad de Dios, algunos eventos y coincidencias en mi vida me llevaron al Islam”, le dijo a un auditorio lleno en el Consejo Británico.
Una segunda importante coincidencia para Tawfiq fue su decisión de renunciar a su trabajo en el Vaticano, un paso seguido por hacer un viaje Egipto.
“Yo solía pensar acerca de Egipto como un país de pirámides, camellos, arena y árboles de palma. De hecho, tomé un vuelo charter a Hurghada.
Sorprendido de encontrarlo similar a algunas playas europeas, tomé el primer bus al Cairo donde pasé la más maravillosa semana de mi vida.
Esta fue mi primera introducción a los musulmanes y al Islam. Yo note qué tan gentiles, dulces y a la vez fuertes personas son los egipcios.
Como todos los ingleses, mi conocimiento acerca de los musulmanes en ese tiempo no excedía lo que oía en la televisión acerca de los bombarderos y combatientes suicidas, lo que daba la impresión de que el Islam era una religión de problemas. Sin embargo, al llegar al Cairo descubrí qué religión tan bella es. Gente muy simple vendiendo bienes en las calles, abandonaban su comercio y dirigían su rostro a Allah y oraban en el momento en que oían el llamado a la oración desde la mezquita. Ellos tienen una fuerte fe en la presencia y en la voluntad de Allah. Oran, ayunan, ayudan a los necesitados y sueñan con tener un viaje a La Meca, con la esperanza de vivir en el Paraíso en el más allá”, dijo él.
“A mi regreso reanudé mi antiguo trabajo de enseñar religión. La única materia obligatoria en la educación británica es Estudios Religiosos. Yo estaba enseñando acerca del cristianismo, el Islam, el judaísmo, el budismo y otras religiones. Por lo tanto, todos los días tenía que leer acerca de estas religiones para ser capaz de enseñar mi lecciones a los estudiantes, muchos de los cuales eran refugiados musulmanes árabes. En otras palabras, enseñar acerca del Islam me enseñó muchas cosas.
A diferencia de muchos adolescentes problemáticos, estos estudiantes establecían un buen ejemplo de lo que un musulmán podía ser. Ellos eran decentes y amables. Entonces, una amistad se desarrolló entre nosotros y ellos preguntaron si ellos podían usar mi salón de clases para oraciones durante el mes de ayuno de Ramadán.
Afortunadamente, mi salón era el único con una alfombra. Entonces yo me acostumbré a sentarme atrás, observándolos orar por un mes. Yo buscaba alentarlos ayunando durante Ramadán con ellos, aunque yo aún no era musulmán.
Una vez, mientras estaba recitando una traducción del Sagrado Corán en clase, llegué a este verso:
“Y cuando oyen lo que le ha sido revelado al Mensajero ves que sus ojos se inundan de lágrimas porque reconocen la Verdad”.
Para mi sorpresa, sentí las lágrimas llenando mis ojos y traté fuertemente de esconderlo de los estudiantes”.
El evento que sacudió la tierra
Un momento decisivo en su vida, sin embargo, vino tras los ataques terroristas en los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001.
“El día siguiente, yo estaba tomando en tren subterráneo y note qué tan asustada estaba la gente. También estaba asustado de la repetición de tales actos en Inglaterra. En ese tiempo, la gente occidental empezó a temer a esta religión que ellos culpaban de terrorismo.
Sin embargo, mi experiencia previa con los musulmanes me llevó a una dirección diferente. Yo empecé a preguntarme: ¿Por qué el Islam? ¿Por qué culpamos al Islam como una religión por las acciones de terroristas que resultan ser musulmanes, cuando nadie acusó al cristianismo de terrorismo cuando algunos cristianos han actuado en la misma forma?
Un día me dirigí a la Mezquita más grande en Londres para oír más acerca de esta religión. Al llegar a la Mezquita Central de Londres, allí estaba Yusuf Islam, el antiguo cantante de pop, sentando en un círculo hablando a algunas personas acerca del Islam. Luego de un momento, yo me encontré a mí mismo preguntándole a él: ‘¿Qué hace uno, de hecho, para convertirse en musulmán?’
Él me contestó que un musulmán debe creer en un Dios, orar cinco veces al día y hacer el ayuno durante Ramadán. Yo lo interrumpí diciendo que creía en todo esto y que incluso había hecho el ayuno durante Ramadán. Entonces él preguntó: ‘¿Qué estás esperando? ¿Qué te está reteniendo?’ Yo dije: ‘No, yo no intento convertirme’.
En ese momento la llamada a la oración fue hecha y todos se alistaron y se pararon en línea para orar.
Yo me senté atrás, y lloré y lloré. Luego me dije a mí mismo: ‘¿A quién estoy tratando de engañar?’
Luego de que ellos terminaron sus oraciones, me dirigí hacia Yusuf Islam, pidiéndole que me enseñara las palabras por las que yo anunciaba mi conversión.
Luego de explicarme sus significados en Inglés, yo recité después de él en árabe que no hay Dios sino Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah”, recordó Tawfiq, reteniendo sus lágrimas.
‘Jardines del Islam’
De esta forma su vida ha tomado un curso diferente. Viviendo en Egipto, Tawfiq escribió un libro acerca de los principios del Islam.
Explicando por qué escribió su libro Jardines de Deleite: una Simple Introducción al Islam, Tawfiq resaltó que todos están diciendo que el Islam no es una religión de terrorismo y no es una religión de odio, pero nadie trata de explicar qué es lo que sí es.
“Entonces decidí escribir este libro para dar a los no musulmanes una idea acerca de los principios básicos del Islam. Traté de decirle a la gente lo hermoso que es el Islam, que el Islam tiene los más extraordinarios tesoros, siendo el más importante que los musulmanes se aman los unos a los otros. El Profeta dice: ‘Incluso una sonrisa a tu hermano es una caridad’”.
Tawfiq le dijo a The Gazette que él está trabajando en un libro acerca del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, el cual piensa que será diferente de los muchos libros ya escritos acerca de él.
Él piensa que la “mejor y más rápida forma” de presentarle al mundo la verdadera imagen del Islam, es establecer un buen ejemplo en la vida real.
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