Sura 6, Al Anam (El ganado) (parte 1 de 3)
Descripción: Solo existe Un Dios. El no reconocer este hecho resultará en una realidad muy dura y definitiva en el Día del Juicio. Dios da advertencia tras advertencia, y nos invita a pensar y reflexionar.
- Por Aisha Stacey (© 2017 IslamReligion.com)
- Publicado 18 Sep 2017
- Última modificación 17 Mar 2024
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Introducción
El capítulo seis del Corán se titula El ganado, algunas traducciones utilizan el plural Los ganados. El título proviene de la discusión acerca del ganado en las aleyas 136 a 139. Esta sura de 165 aleyas fue revelada en La Meca. De forma similar a otras suras reveladas en La Meca, hace énfasis en el monoteísmo o la Unidad y Unicidad de Dios. El nombre de Dios, Al‑lah, se menciona setenta veces en este capítulo, mientras que la idolatría y el politeísmo son fuertemente condenados.
Aleyas 1 a 10: Las cosas de las que te burlas se pueden convertir en tu realidad
Todas las alabanzas pertenecen a Dios, pero los incrédulos asocian iguales o compañeros a Dios. Fue Él quien creó los cielos y la Tierra, la oscuridad y la luz. Dios creó a la humanidad del barro y señaló un momento para la muerte y un momento para la resurrección. Saben que esto es cierto, pero todavía tienen dudas y no creen. Dios es la única deidad a ser adorada en los cielos y la Tierra, y Él conoce los secretos que guardan, lo que revelan de sí mismos y todo lo que hacen. La revelación llega, pero la humanidad la rechaza. Pronto las cosas que fueron ridiculizadas se convertirán en realidad.
Muchas generaciones anteriores fueron destruidas. Ellos estaban firmemente establecidos y fueron poderosos y, sin embargo, fueron destruidos debido a sus pecados y fueron remplazados con otros. Si el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) hubiera sido enviado con una escritura impresa en una página que los incrédulos hubieran podido tocar con sus propias manos, habrían dicho que eso es mera magia. Ellos pedían un ángel, pero si un ángel hubiera sido enviado entre ellos, habría adoptado la forma humana y habría traído un juicio del que no habría descanso. Muchos mensajeros fueron ridiculizados antes del Profeta Muhammad, pero en todos los casos, lo que se burlaban se vieron rodeados y vencidos por aquello de lo que se burlaban.
Aleyas 11 a 18: Dios tiene el poder supremo, témanle
Miren la historia de la humanidad y vean lo que ocurrió con quienes negaron la verdad cuando les fue revelada. Todo en los cielos y en la Tierra Le pertenece a Dios, el Misericordioso. Él no te castiga por tus malas acciones de inmediato, sino que serás llamado a rendir cuentas; el Día del Juicio llegará. Dios le dice al Profeta Muhammad que le diga a la gente que se le ha ordenado ser el primero entre ellos en someterse a Dios y no ser de los politeístas.
Si Dios te aflige con algún daño, no hay quien pueda quitártelo sino solo Él; y si Él te bendice con algún bien, sabe que Él tiene poder sobre todas las cosas. Él es el Señor Supremo, Sabio, Conocedor.
Aleyas 19 a 30: Advertencia a los mentirosos y a los hipócritas
El Profeta Muhammad llama a Dios a ser testigo entre él y los incrédulos, de que él es un Mensajero de Dios y que el Corán ha sido revelado como advertencia a todo aquel a quien le llegue. No hay dioses aparte de Dios, y el Profeta Muhammad les dice a los incrédulos que jamás deben asociar nada con Dios. Aquellos a quienes les ha sido dado el Corán saben esto. Quien mienta acerca de Dios, jamás tendrá éxito. Cuando estén reunidos frente a Dios y se les pregunte acerca de lo que asocian con Dios, seguirán mintiendo.
También hay algunas personas que pretenden escuchar cuando el Profeta Muhammad recita el Corán, pero Dios ha velado sus corazones y bloqueado sus oídos. Ellos discuten y dicen que el Corán es un antiguo cuento de hadas, se alejan y animan a otros a hacer lo mismo, pero solo dañan sus propias almas. Si pudieran ver lo que les espera cuando estén ante el fuego del Infierno, rogarían volver a la vida y estar entre los creyentes. La verdad es que, si fueran regresados, repetirían los mismos errores y tendrían el mismo final. Son mentirosos que niegan la resurrección. Cuando estén frente a Dios verán la realidad de lo que negaron. Dios les ordenará probar el castigo por negar la realidad.
Aleyas 31 a 35: Dios aconseja al Profeta Muhammad
Quien niega el encuentro con Dios está totalmente perdido. El Día del Juicio llegará de modo repentino y ellos llevarán una carga pesada sobre sus espaldas. La vida de este mundo no es más que un breve interludio, juegos y distracción. ¿Qué hará que te des cuenta de que lo importante es la morada eterna en el Más Allá? Dios sabe que el Profeta Muhammad está afligido por la negación constante de los incrédulos. Ellos no te desmienten a ti, le dice Dios al Profeta, sino que niegan las revelaciones divinas. Muchos profetas anteriores soportaron con paciencia el rechazo y la persecución, tú sabes lo que Dios dice y sabes que Mi ayuda llegará. Si es demasiado difícil de soportar para ti, busca entonces una forma de darles una mejor señal. Dios podría haberlos hecho a todos creyentes si fuera Su deseo hacerlo. Piensa en esto y no seas de los ignorantes.
Aleyas 36 a 41: Observa las señales
Solo aquellos que reflexionan pueden escuchar la verdad. En cuanto a quienes tienen la mente cerrada, aun cuando sean traídos de vuelta a la vida en el Día del Juicio, se preguntarán por qué no vieron ninguna señal. Ellos no entienden las señales que los rodean. Miren las comunidades de pájaros y animales, ellas son señales. Todo ha sido determinado con premeditación, nada ha sido dejado al azar. Aquellos que rechazan las señales que los rodean son sordos y mudos, incluso están en la oscuridad total. Dios guía a unos y deja que otros se extravíen. ¿Has considerado a quién invocarás cuando el desastre o la hora fatídica descienda sobre ti? Solo a Dios clamarán, cualquier cosa que hayas asociado con Él será olvidada.
Aleyas 42 a 50: Advertencias fuertes
Muchas naciones anteriores se vieron afligidas con sufrimiento y adversarios a fin de que aprendieran humildad. Les fueron enviados profetas, pero no aprendieron humildad. En lugar de ello, siguieron los engaños de Satanás e ignoraron las advertencias. La buena fortuna siguió, y justo cuando disfrutaban de sus frutos, la ira de Dios descendió y fueron exterminados.
Si Dios quitó tu oído, tu vista o selló tu corazón, ¿quién podrá devolvértelos? Dios repite Sus revelaciones de varias formas para enfatizar y aclarar, pero todavía hay quienes simplemente se alejan y se niegan a ver. ¿Has considerado quién será destruido cuando llegue el castigo de Dios? Los profetas fueron enviados para traer buenas nuevas y fuertes advertencias, cualquiera que las escuche no tiene nada que temer. Aquellos que persistan en la negación serán destruidos. El Profeta Muhammad no posee los tesoros de Dios ni conoce lo que le ha sido ocultado a la humanidad, sino que sigue lo que le ha sido revelado. El que es ciego no es igual al que puede ver. Reflexionen sobre esto.
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