Lecciones de la historia de Moisés y Jíder (parte 1 de 2): ¿Quién es Jíder?
Descripción: Una exploración de los mitos y leyendas asociados a la figura conocida como Jíder (Khidr en inglés) y una introducción a su encuentro con el Profeta Moisés.
- Por Aisha Stacey (© 2016 IslamReligion.com)
- Publicado 25 Jul 2016
- Última modificación 26 Mar 2023
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En otro artículo de este mismo sitio web puedes leer sobre la vida del Profeta Moisés (que Dios lo bendiga). Es una historia fascinante llena de anécdotas y lecciones de vida que son aplicables hoy día tanto como en la época de Moisés. De manera breve, en la parte final de esa serie, se retoma la historia de Moisés y Jíder, con base en la historia original contada por Ibnu Kazir en su obra Las historias de los profetas, y en lo que el Corán nos cuenta sobre este encuentro trascendental[1]. En este artículo de dos partes, daremos un vistazo a las lecciones aprendidas específicamente de la relación entre Moisés y Jíder. Hallaremos que sus interacciones forman la base de lecciones que, aún después de tantas generaciones, nos enseñan cómo lidiar con los problemas que afrontamos a diario. Antes de ver cómo los caminos de estos dos hombres sabios se encontraron, trataremos de descubrir quién fue el hombre llamado Jíder.
Fue durante los años en que Moisés y los hijos de Israel vagaron por el desierto, sin posibilidad de entrar a la Tierra Prometida, que Moisés conoció y pasó tiempo con Jíder. Se considera que el nombre Jíder significa "el verde", asociado coloquialmente con la palabra árabe para verde, al ájdar. En sus tradiciones, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) relata que "él fue llamado Jíder debido a que se sentó en una zona árida y seca de tierra, y esta de repente se hizo verde bajo él"[2].
La mayoría de los eruditos islámicos son de la opinión de que Jíder fue un Profeta. El Corán se refiere a él como uno de los siervos de Dios al que se le concedió conocimiento, comprensión y misericordia.
"Encontraron a uno de Mis siervos [Al Jíder] a quien había agraciado con Mi misericordia y enseñado ciertos conocimientos [que Moisés desconocía]". (Corán 18: 65)
Es a partir de las tradiciones del Profeta Muhammad que aprendemos que el hombre sabio que instruyó a Moisés fue, de hecho, Jíder. Como musulmanes, creemos que Dios solo nos ha informado los nombres de algunos profetas. Creemos que a todas las naciones en todas las épocas les fueron enviados profetas para advertirles del castigo que les espera a quienes desobedecen a Dios, y para guiarlos a la forma correcta de adoración. Por lo tanto, está dentro del marco de lo posible y perfectamente aceptable tener la opinión de que Jíder fue uno de los profetas.
El nombre de Jíder o "el verde" ha sido conectado con figuras reconocidas y místicas a lo largo de diferentes periodos y en diversas religiones. Él ha sido asociado invariablemente con sabiduría y con la enseñanza del conocimiento. Los historiadores modernos presumen que Jíder, de hecho, fue Kuzar Jasís (o Kothar wa Khasis), una notable figura que aparece por primera vez en la literatura y mitología ugaríticas (del norte de Siria). Kuzar es un hombre sabio asociado con, entre otras cosas, matar dragones, lo que puede explicar los mitos que asocian a Jíder con San Jorge, el asesino de dragones de la mitología cristiana.
Otros eruditos cristianos sugieren que Jíder es la Noche Verde de la historia artúrica Sir Gwain y la noche verde; por lo tanto, este personaje pudo haber entrado a la literatura europea/cristiana a través de la mezcla de culturas durante el tumultuoso período de las cruzadas. Sin embargo, otros eruditos proponen que la leyenda y la historia de Jíder derivan de un mito irlandés que es anterior a las cruzadas, protagonizado por Cúchulainn.
Existen historias similares en la literatura judía que asocian al personaje de Jíder con el Profeta Elías, y abundan los mitos e historias por todo el subcontinente indio, que asocian a Jíder con un espíritu de los ríos. Frente a todos estos mitos, leyendas y cuentos sobre Jíder, ¿en qué puede creer o confiar una persona creyente? Primero que nada, es importante tener en cuenta que todo lo que necesitamos saber acerca de la religión del Islam y de nuestro propósito en la vida, está contenido en el Corán y en las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad. Hay muchas cosas que no nos fueron reveladas y, por lo tanto, debemos asumir que conocerlas no nos beneficia ni mejora nuestra adoración a Dios.
En todo caso, es importante volver a examinar la historia de Jíder y de Moisés en el Corán, Ibnu Kazir narra que una vez alguien le preguntó a Moisés: "¡Oh, Mensajero de Dios! ¿Existe sobre la Tierra un hombre con más conocimientos que tú?". Moisés le contestó: " No", creyendo que, ya que Dios le había permitido realizar milagros y le había revelado la Tora, seguramente él era el hombre vivo con más conocimiento. Este, sin embargo, no era el caso; así que cuando Moisés supo de la existencia de Jíder, se dispuso a encontrarlo.
Dios instruyó a Moisés que guardara un pez vivo en un contenedor, y que cuando ese pez desapareciera, hallaría al hombre que buscaba. Moisés emprendió su viaje, acompañado por un joven que llevaba el contenedor con el pescado. Finalmente, encontraron a Jíder en la forma en que Dios le había asegurado a Moisés que lo harían. Los detalles completos de este viaje pueden ser encontrados en este mismo sitio web[3]. Antes de pasar a la segunda parte, donde hablaremos sobre las lecciones que debemos aprender del encuentro entre Moisés y Jíder, sería sabio y beneficioso leer la historia del Corán. La puedes hallar en Corán 18:66-82, comenzando con el reconocimiento, por parte de Moisés, de que él puede aprender mucho de Jíder, y con la forma en que Jíder le señaló a Moisés que no tendría la paciencia necesaria para hallar el significado detrás de los actos de Jíder.
"Moisés le dijo: ‘¿Puedo seguirte para que me enseñes la guía que se te ha enseñado?’. Respondió: ‘No tendrás paciencia conmigo. ¿Cómo podrías tener paciencia con algo que desconoces?’. Dijo: ‘Si Dios quiere, verás que seré paciente y no te desobedeceré.’ Dijo: ‘Si me sigues, no me preguntes sobre lo que hago hasta que te haga mención de ello’". (Corán 18:66-70)
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