Hussein Abdulwahid Amin, excatólico, Irlanda (parte 3 de 4): Del trinitarismo al unitarismo
Descripción: De cristiano católico a arriano unitario y luego a musulmán.
- Por Hussein Abdulwahid Amin
- Publicado 24 Sep 2012
- Última modificación 24 Sep 2012
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El Corán: Perfectamente preservado e inalterado
Quisiera mencionar de pasada que en contraste con la compilación del Nuevo Testamento y específicamente de los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, el Corán, que es un libro, fue revelado enteramente a un Profeta, Muhammad. Fue memorizado por muchos de sus seguidores mientras era recibido a lo largo de 23 años, y también fue puesto por escrito durante la vida de Muhammad. Fue transcrito de manera definitiva dentro de las primeras dos décadas después de la muerte de Muhammad y verificado por la supervisión de sus compañeros más cercanos. Dos de las cuatro copias del Corán original hechas en esa época aún existen, una en Estambul, Turquía, y la otra en Tashkent, Uzbekistán, en la Asia central exsoviética. Toda copia del Corán en árabe hoy día en el mundo es, letra por letra, idéntica a este manuscrito antiguo.
De hecho, en el siglo XIX, un instituto de la Universidad de Múnich en Alemania, recopiló nada menos que 42.000 copias diferentes del Corán, incluyendo manuscritos y textos impresos producidos en varias partes del mundo islámico en un período que abarca 1.300 años. El trabajo de investigación se realizó en estos textos durante medio siglo, al cabo del cual los investigadores concluyeron que, aparte de los errores de copia, no había discrepancia en el texto de estos cuarenta y dos mil ejemplares, a pesar de que se produjeron en diferentes momentos entre los siglos I y XIV del calendario islámico, y fueron obtenidos de todas partes del mundo. Desafortunadamente, este instituto y su invaluable tesoro de los manuscritos del Corán fueron destruidos en un ataque de los bombarderos aliados sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial, pero sobrevivieron los resultados de la investigación.
En resumen, el Corán se mantiene o conserva como uno solo. La integridad del texto mismo está libre de reproche. Sólo queda una decisión personal, y es si se acepta o no como palabra de Dios.
Además del Corán, los hadices o dichos del Profeta Muhammad, que forman una cadena secundaria de las escrituras islámicas, fueron meticulosamente recopilados y autenticados durante el segundo siglo del calendario islámico por eruditos musulmanes, quienes sólo aceptaban un determinado dicho como genuino si provenía de una cadena de transmisores de confianza que se remontara a uno o más compañeros originales del Profeta. Miles de posibles dichos fueron rechazados si no cumplían con los más estrictos criterios.
Dudas respecto a la divinidad de Jesús incluso dentro de los Evangelios
Incluso dentro de los Evangelios canónicos hay numerosos pasajes que ponen en duda la divinidad de Jesús y, por lo tanto, el concepto de Trinidad que la presupone. Hay por lo menos tres casos en los que Jesús reza. Véase Mateo 14:23, 19:13, 26:39, 27:46, 26:42-44; Marcos 1:35, 6:46, 14:35-36; Lucas 3:21, 5:16, 6:12, 9:18, 9:28, 11:1-4, 22:41; Juan 14:16, 17:1, 17:9, 17:11, 17:15. Si Jesús fuera divino, es decir, Dios mismo, ¿a quién le rezaba y por qué?
Considere también estos pasajes:
Mateo 26:39
Jesús y Dios tienen voluntades diferentes.
Mateo 19:16-17, Marcos 10:17-18 y Lucas 18:18-19.
Jesús niega su divinidad haciendo una distinción entre él y Dios.
Lucas 7:16, 13:33, 24:19; Juan 4:19
Jesús fue considerado por sus discípulos y otros contemporáneos como un Profeta. Ellos nunca lo proclamaron como encarnación de Dios ni como el Hijo de Dios.
Mi viaje de cristiano católico a arriano unitario y a musulmán
Como resultado de mis estudios y después de mucho examen de conciencia, llegué a rechazar las innovaciones doctrinales de la iglesia paulina, tales como la Trinidad, un concepto desconocido para Jesús y sus discípulos, y que no fue establecido como doctrina oficial de la iglesia hasta el 381 d.C. Me encontré en simpatía con las creencias puramente monoteístas del sacerdote de finales del siglo III y comienzos del IV, Arrio de Alejandría y otros, como el obispo Eusebio de Nicomedia (más tarde patriarca de Constantinopla), su maestro, el respetado sacerdote y mártir Luciano de Antioquía, y décadas después, el emperador romano Constantino II. La Enciclopedia Católica[1] define al arrianismo como:
“Una herejía que surgió en el siglo IV y que negaba la divinidad de Jesucristo… No es una forma moderna de incredulidad, y por ello parece extraña a los ojos modernos”.
Lo que la enciclopedia no menciona es que lo que están describiendo como herejía fue, de hecho, la doctrina oficial de la Iglesia a mediados del siglo IV. Por ejemplo, después del Concilio de Ariminum (actual Rimini en Italia) en 359 d.C., san Jerónimo escribió: “El mundo entero gruñó y se sorprendió de hallarse arriano a sí mismo”. Esto prevaleció hasta después de la muerte de Constantino II y sus sucesores arrianos, cuando un clima de cambio político en el Imperio Romano dio lugar a la persecución de los cristianos arrianos y la imposición definitiva del trinitarismo como doctrina oficial de la iglesia en el Concilio General en 381 d.C.
Cuando llegué también a la conclusión de que Jesús no fue divino, crucé un obstáculo esencial en términos de mentalidad y creencia. Que Jesús es o no divino es el quid de la cuestión absoluta para cualquier creyente, en lo concerniente a un cristiano teológicamente consciente. Una vez había llegado a este nuevo entendimiento de Jesús, no fue más que un pequeño paso para mí estar en capacidad de aceptar a un último Profeta y abrazar el Islam, tal y como les ocurrió a los cristianos del norte de África y de la Península Ibérica, denunciados por la Iglesia pero físicamente a salvo fuera de las fronteras del Imperio Romano, y quienes entraron al Islam en masa cuando éste les fue presentado en las décadas después de la muerte de Muhammad. Debido a mi formación cristiana, yo estaba familiarizado con el concepto de que Dios enviaba Profetas periódicamente a través de la historia cuando la humanidad se había alejado de Sus enseñanzas. El Islam reconoce a los Profetas del Antiguo Testamento que yo ya conocía, más Juan el Bautista y Jesús. Teniendo en cuenta que, para el siglo VII, Arabia había caído en el politeísmo y la mayor parte del mundo cristiano en el trinitarismo, tenía sentido para mí que Dios enviara un nuevo Profeta, Muhammad, para llamar a la humanidad a regresar a la adoración correcta de Él, el Único Dios Verdadero.
Hay 25 Profetas reconocidos con nombre propio en el Corán. Todos ellos, excepto tres, también están mencionados en las escrituras judías y cristianas:
1) Adam (Adán)
2) Idrís
3) Nuh (Noé)
4) Hud
5) Sálih
6) Ibrahim (Abraham)
7) Isma’íl (Ismael)
8) Isháq (Isaac)
9) Lut (Lot)
10) Ya’qub (Jacob)
11) Yúsuf (José)
12) Shu’aib (Jetró)
13) Ayub (Job)
14) Musa (Moisés)
15) Harún (Aarón)
16) Dhul-kifl (Ezequiel)
17) Dawud (David)
18) Sulaimán (Salomón)
19) Ilyás (Elías)
20) Al-Yasa’ (Eliseo)
21) Yunus (Jonás)
22) Zakariya (Zacarías)
23) Yahia (Juan el Bautista)
24) ‘Isa (Jesús)
25) Muhammad
Yo había llegado al punto en el que realmente quería ser musulmán en derecho propio, independiente de si mi interés en la mujer musulmana que mencioné anteriormente me llevara al matrimonio o no. (De hecho, la relación en cuestión finalmente no funcionó.) De modo que no veo mi conversión al Islam como un rechazo de lo que considero el verdadero cristianismo, sino como un rechazo a la trayectoria tangente o errónea por la que Pablo y sus seguidores desviaron a los nuevos cristianos gentiles, anteriormente politeístas, del mundo grecorromano. Lamentablemente, todas las formas importantes de cristianismo moderno –catolicismo romano, ortodoxia oriental, protestantismo– provienen de Pablo.
La Enciclopedia Católica afirma que el arrianismo nunca ha sido revivido (aunque admite que personalidades tales como sir Isaac Newton y Milton mostraron simpatías hacia el arrianismo). Lo que no reconoce es que el arrianismo, desde hace más de 1.400 años, ha sido incorporado dentro del Islam. No queda nadie dentro del catolicismo, el protestantismo ni los ortodoxos, que abrace la Unidad y Unicidad de Dios. La razón por la que el trinitarismo gobierna ahora sin trabas dentro de los límites geográficos muy reducidos del viejo mundo cristiano, es que los pueblos de todo el sur del Mediterráneo eran cristianos arrianos, y ahora son en su mayoría musulmanes.
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