Introducción

"El Originador" es un capítulo de cuarenta y cinco versículos. Fue revelado durante el período en que el pequeño grupo de musulmanes en ciernes sufría persecución y opresión a manos de la élite de La Meca. El título proviene de la primera aleya, en la que se afirma el poder de creación Dios. Esta sura también es conocida como "Los Ángeles", pues en la primera aleya Dios menciona las alas de los ángeles. El poder de Dios es confirmado y contrastado con la impotencia de los ídolos. Los idólatras reciben una advertencia y el Profeta es consolado.

Aleyas 1 a 10: Dios tiene poder sobre todas las cosas

Todas las alabanzas Le pertenecen solo a Dios. Él es Aquel que creó los cielos y la Tierra. Él también creó a los ángeles con dos, cuatro o seis pares de alas, para que sean Sus mensajeros. Dios crea lo que Le place. Cuando Él quiere dar bendiciones, nadie puede evitarlo; pero si Él quiere retener Sus bendiciones, nadie es capaz de liberarlas. Recuerden las gracias de Dios, porque no existe deidad capaz de proveer el sustento que ustedes necesitan. ¿Por qué se engañan a este respecto?

Dios se dirige al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) diciéndole que no se preocupe si la gente lo llama mentiroso y lo niega. Muchos mensajeros antes que él fueron tratados del mismo modo. Luego, Dios se dirige a la gente diciéndole que Su promesa es verdadera, y advierte a todos que no se dejen engañar por Satanás, que es el gran engañador. Satanás es tu enemigo, así que trátalo como enemigo. Él solo quiere que lo sigas al Fuego. Aquellos que no creen serán castigados, pero quienes hacen buenas obras encontrarán el perdón y las recompensas.

Muhammad, ¿eres capaz de guiar a aquellos a quienes sus malas obras se les hacen atractivas? La verdad es que Dios elige quién será guiado y quién vagará en la oscuridad, de modo que no se sentirá arrepentido. Dios es consciente de todo lo que hacen. Él es Quien revive la Tierra con vientos y nubes después de que está muerta; de la misma manera será llevada a cabo la Resurrección. Todo poder Le pertenece a Dios, y un tormento severo les espera a aquellos que traman y planean. Sus planes no llegarán a nada.

Aleyas 11 a 14: Dios el Creador

Es Dios Quien creó a la humanidad, primero de barro y luego de una gota de fluido. Él los hizo en pares, y ninguna mujer concibe ni da a luz sin Su conocimiento. Ninguna persona envejece o tiene una vida corta excepto en concordancia con lo que está escrito en el registro de Dios. Hay dos cuerpos de agua, pero no son iguales. Uno es dulce y placentero para beber, mientras que el otro es salado y amargo. De cada uno se pueden extraer alimentos y adornos. Y los barcos se mueven a través de ellos. Dios hace el día y la noche y se funden entre sí, y el Sol y la Luna salen y se ocultan a horas señaladas. Las cosas que adoran aparte de Dios no pueden controlar ni siquiera algo tan pequeño como la piel de una semilla de dátil. Si los invocan, ellos no los escucharán, y si los escuchan, no responderán, y en el Día del Juicio los negarán.

Aleyas 15 a 26: Dios está libre de toda necesidad

Humanos, ustedes necesitan a Dios, pero Dios no los necesita a ustedes. Si El así lo quisiera, los destruiría y los remplazaría con una creación nueva. Nadie puede llevar la carga de otra persona. El Profeta Muhammad solo puede advertir a quienes ya temen a su Señor y establecen la oración. Quienes se purifican lo hacen para su propio beneficio, no para beneficiar a Dios.

Quien ve y quien es ciego no son iguales, ni lo son la oscuridad y la luz, ni el calor y la sombra. Los vivos y los muertos no son iguales. Hay una diferencia entre los que son guiados y los que se niegan. El Profeta Muhammad es un advertidor que ha sido enviado con la verdad. Cada comunidad recibió un advertidor, y muchos de ellos fueron llamados mentirosos, incluso cuando llegaban con señales claras, escrituras y revelaciones esclarecedoras. Al final, Dios se apoderó de los incrédulos y Su desaprobación fue terrible.

Aleyas 27 a 37: Bendiciones abundantes

Dios hace descender la lluvia desde el cielo y por ella la tierra produce frutas, verduras y plantas. Las montañas están formadas por vetas y extensiones de varios tonos y colores. Los humanos y los animales también están hechos de diferentes colores, formas y matices. Los que tienen conocimiento se asombran de Dios. Aquellos que recitan el Libro, establecen la oración y dan con generosidad de lo que Dios les ha proporcionado, deben esperar una recompensa que no perecerá.

El Corán es la verdad y confirma las escrituras que vinieron antes que él. Dios ha dado el Corán como una herencia para quienes Él ha elegido. Los creyentes entrarán al Paraíso y alabarán a Dios. Sin embargo, aquellos que rechacen la verdad estarán en el Infierno, donde nunca encontrarán alivio. Gritarán para que se les dé otra oportunidad, pero ya han tenido muchas oportunidades.

Aleyas 38 a 45: Dios conoce lo oculto y lo ve todo

Dios conoce lo oculto y todos sus secretos. Olvidan que Él los hizo vicarios en este planeta. Ustedes son representantes de Dios y deben actuar en consecuencia. Aquellos que nieguen la verdad, soportarán las consecuencias. ¿Han pensado en aquellos a los que invocan en lugar de Dios? ¿Qué han creado? ¿Tienen un libro? No, ellos no, sus promesas son delirios. Es Dios Quien sostiene los cielos y la Tierra juntos. Si cayeran, nadie podría sostenerlos en su lugar, salvo Dios.

Ellos juran que, si un advertidor hubiera venido a ellos, habrían creído; pero cuando vino el advertidor, lo trataron con hostilidad. Las tramas malvadas solo atrapan a los conspiradores. ¿Están esperando el mismo fin que les llegó a naciones anteriores que fueron superiores a ellos? Los métodos de Dios no han cambiado. Si Dios castigara a la gente por sus pecados, no habría una sola persona en el planeta. Pero Él les da un respiro, y en el Día de la Resurrección la humanidad rendirá cuentas. Cada persona será premiada o castigada conforme a lo que hizo.