El Milagroso Corán (parte 5 de 11): La Excelencia de sus Enseñanzas I
Descripción: El Corán en sí mismo contiene pruebas de Su veracidad, Sus enseñanzas son claras y tienen un sentido perfecto. No requiere una "fe ciega" para ser creído. También, una mirada a la acusación de que Muhammad tomó prestado o copió de otras religiones, particularmente, de la cristiana y la judía.
- Por Jamaal al-Din Zarabozo (IslamReligion.com)
- Publicado 20 Oct 2008
- Última modificación 20 Oct 2008
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Estaba muy impresionado con las enseñanzas del Corán acerca de Dios y las encontré diferentes a las demás escrituras que había estudiado. Esto nuevamente probaba que esta escritura estaba libre de la interpolación humana. También estaba muy impresionado con la manera en la que se manejaba la creencia en Dios particularmente y Su sistema de creencias en conjunto.
Explicaré a lo que me refiero con esto.
Ninguna Fe Ciega
Viniendo desde una tradición cristiana, experimenté lo que muchos experimentaron con respecto a los asuntos de fe y como comprenderlos. Era virtualmente imposible obtener respuestas claras de los pastores y curas acerca de muchas creencias básicas cristianas. La realidad es que los conceptos de fe estaban destinados a ser un "misterio" y creer en lo que uno no puede verdaderamente comprender, es lo que prueba la fe de una persona.
Esa propuesta simplemente no me complacía y la encontraba, y todavía la encuentro, ilógica. No parece ser que la verdad revelada por un Dios Piadoso y Sabio, quien ha mostrado tantos signos maravillosos en la creación, debería llevar a uno ha decir - como se sabe que el Padre Tertulian de la Iglesia africana del norte del 2do Siglo dijo : credo quia absurdum est - “Creo porque es absurdo” . La religión no debería estar simplemente “basada en la fe”, como tal. En realidad, debería estar también “basada en el conocimiento”, para que el corazón y la mente encuentren consuelo en la religión y se entrege a ella con una firme resolución. Y esto es lo que encuentro en el Islam.
Se debe recordar que el Profeta Muhammad, que la misericordia de Dios sea con él, primero encontró personas a las cuales les satisfacía la adoración de ídolos. Además, ellos, en particular, no creían en la vida del Más Allá. Algunos de ellos, parece ser, que no tenían una clara percepción del Ser Supremo.
Fue en este ambiente que fue revelado el Corán. El Corán no les ordenó simplemente creer. ¡Por el contrario! El Corán les dio pruebas tras pruebas, lecciones tras lecciones, signos tras signos para que todos creyeran que existe un Creador que ha creado a los seres humanos y todo lo maravilloso del Universo con un propósito, ya que no es un Creador imprudente o ignorante.
Es así como, el Corán está lleno de pasajes que demandan el pensamiento del ser humano. En esencia el mensaje era este: Allah sabe que si los seres humanos utilizan sus capacidades mentales adecuadamente, reconocerán las verdades que Allah dice en el Corán. De hecho, el Islam enseña que el reconocimiento de estos hechos es innato en el alma de las personas.
El hecho es que la fe en Allah, el Corán y el Profeta Muhammad no se basa en mera emoción o una fe ciega. Se basa en razones reales y evidentes.
Desde mi origen, esta osadía de propagar la fe y desafiar a los seres humanos a pensar y ponderar era un milagro.
Tomando de los cristianos y los judíos
Un concepto que muchos de los escritores no-musulmanes clamaban era que el Profeta Muhammad, que Dios lo alabe, simplemente tomó la mayoría de las enseñanzas de los judíos y los cristianos. Por ejemplo, el título del libro de Bell, The Origin of Islam in its Christian Environmen (El Origen del Islam en su medioambiente cristiano) —que por cierto ¡cualquier árabe quedaría en shock si se le dijese que el Islam se desarrolló en un medioambiente cristiano!
Reconocí que había dos posibilidades:
(1) el Profeta Muhammad si tomó de su material o
(2) la revelación que recibió fue del mismo Dios que envió a Moisés, Jesús y los anteriores profetas, como afirmó el Profeta Muhammad mismo. Si fuese lo último, explicaría las coincidencias en las enseñanzas y el mensaje. El mismo Dios envió a los anteriores profetas y está simplemente volviendo a contar sus historias en su nueva revelación.
Sin embargo, inmediatamente comencé a notar deslumbrantes diferencias entre el Corán y la Biblia, hasta con respecto a las enseñanzas respecto de Dios mismo. Si el Profeta Muhammad estaba "editando" lo que oía de la Biblia - y por cierto, en ese momento, no existía ninguna Biblia disponible en árabe- entonces estaba haciendo un excelente trabajo.
Encontré que las extrañas enseñanzas acerca de Dios que uno encuentra a lo largo de la Biblia son completa e inequívocamente inexistentes en el Corán.
Para resumir, sólo mostraré algunos ejemplos de esto.
La Nueva Versión Internacional del Génesis
3:8-11, dice: 8 Oyeron luego el ruido de los pasos del Señor Dios que se
paseaba por el jardín, a la brisa del día, y el hombre y su mujer se ocultaron
de la vista del Señor Dios por entre los árboles del jardín.
9 El Señor Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?" 10 Éste
contestó: "Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo;
por eso me escondí."
11 Él replicó: "¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido
acaso del árbol del que te prohibí comer?"
Aquí, se lo describe a Dios caminando en el jardín en la brisa del día. Lo que es mas sorprendente que Adán y Eva podían esconderse de Dios y él tuviese que preguntar: ¿Dónde estás?" Si un humano puede esconderse de Dios, ¿Cómo es que este Señor va a tener conocimiento de los pecados que el hombre comete? Es complicado para un hombre engendrar en su corazón el tipo de amor y devoción de Dios que debe tener cuando cree que Dios es tan débil que un evento como este puede sucederle.
En Génesis 32:24-28,[1] se encuentra la historia y la descripción literal de Jacob luchando y derrotando a Dios. En el verso 28, dice: “Tu [Jacob] has luchado con Dios y con el hombre, y tu has Ganado”. En otras palabras, el creador del universo a quien se espera que la humanidad adore y se someta es derrotado por un mero mortal en una lucha.
El Antiguo Testamento muestra a Dios como alguien que tuvo la intención de hacer el mal pero se arrepintió. Éxodo 32:14 dice: “Y el señor se arrepintió del mal que pensó hacerle a su pueblo” (versión del King James). No sorprendería que alguien niegue a Dios y no lo considere digno de adoración si Él mismo tuvo que arrepentirse de sus propios males[2].
Footnotes:
[1] La Nueva Versión de King James dice: 24 Así se quedó Jacob solo; y luchó un varón con él hasta el alba. 25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. 26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. 27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
[2] Por supuesto, esto hacer surgir la pregunta de ¿Ante quien es que Dios debe o puede arrepentirse?
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