Sura 37, As-Safat (los ordenados en filas)
Descripción: El capítulo 37 se puede dividir en tres partes. La primera da evidencia del monoteísmo y la resurrección. La segunda presenta relatos cortos de los profetas del pasado, y la tercera parte refuta las creencias supersticiosas.
- Por Aisha Stacey (© 2018 IslamReligion.com)
- Publicado 09 Jul 2018
- Última modificación 09 Jul 2018
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Introducción
"Los ordenados en filas" fue revelada en La Meca. Estos capítulos revelados antes de la emigración a Medina tienden a concentrarse en el monoteísmo, en la unidad y unicidad de Dios. Este no es la excepción y su objetivo es establecer una fe firme. En 182 cortos versículos, esta sura también cubre otros temas, afirma la profecía de Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y refuta las creencias paganas.
Aleyas 1 a 10: Dios es Uno
Tres grupos son mencionados en la forma de un juramento que confirma la unidad y unicidad de Dios. El primero son los ángeles ordenados en filas, el segundo son los ángeles que reprenden, y el tercero son los ángeles que recitan las palabras de Dios. Dios menciona luego algo acerca de Sí mismo que da fe de Su unidad y unicidad, que Él es el Señor de los cielos y de la Tierra, y de todo lo que se encuentra entre ellos, incluyendo cada punto donde sale el Sol. Dios ha fortificado el cielo más cercano a la Tierra con cuerpos celestes que protegen contra los demonios que intentan escuchar las conversaciones de los ángeles. Ellos son atacados por todos lados con meteoritos llameantes.
Aleyas 11 a 39: Los incrédulos
El Profeta recibe instrucciones de cuestionar a los incrédulos de La Meca acerca de si consideran que su creación es más difícil que la creación de los cielos, la Tierra y todo cuanto existe en el universo. El Profeta se maravilla de que la humanidad haya sido hecha de barro, pero los incrédulos se burlan y lo llaman brujo, negando una vez más la resurrección. Es un hecho innegable que después de un solo grito, resucitarán en el Día del Juicio.
Se les ordena a los ángeles reunir a los incrédulos y a los malhechores, y conducirlos al Infierno. En el camino se les preguntará por qué no se ayudaron mutuamente en la búsqueda de la verdad, los incrédulos acusarán a sus deidades, que también serán llevadas con ellos, pero que negarán haber poseído cualquier poder sobre los incrédulos. No importará esto, porque en ese día serán compañeros en el castigo impuesto. Ellos negaron el mensaje de Dios y obtendrán lo que merecen.
Aleyas 40 a 74: ¿Paraíso o Infierno?
Se describe la felicidad y la dicha que experimentarán los verdaderos siervos y siervas de Dios en los jardines del deleite, incluyendo ríos de vino y hermosos compañeros. Los habitantes del Paraíso conversarán unos con otros. Una persona preguntará acerca de un amigo suyo que no creía y podrá verlo en medio del Fuego. Entonces, se darán cuenta de cuán bendecidos son por haber logrado el triunfo supremo. Este debería ser el objetivo de todos.
Para contrastar la diferencia entre el Paraíso y el Infierno, Dios pregunta qué es mejor entre los Jardines del Deleite y el árbol Zaqum. Este árbol, que crece en las cabezas de los demonios en medio del fuego, será el alimento de quienes estén en el Infierno, junto con agua hirviendo para beber. Los incrédulos se burlaron de un árbol que crecía en el fuego, pero se convertirá en su realidad porque siguieron a sus ancestros en la incredulidad a pesar de que fueron advertidos. Escucha lo que les sucedió a quienes estuvieron antes que tú.
Aleyas 75 a 148: Escenas del pasado
El Profeta Noé es dado como ejemplo de cuán bien recompensa Dios a los justos. Noé era un creyente y Dios lo salvó a él y a su gente de una gran angustia. Los incrédulos fueron advertidos, pero tomaron la decisión errada, luego se ahogaron. El Profeta Abraham también fue un hombre de fe, devoto a Dios. Él les preguntó a su padre y a su pueblo por qué adoraban falsos ídolos. Cuando su pueblo iba para el festival, Abraham dijo que se sentía enfermo y se quedó atrás. Entonces fue al templo y les preguntó a los dioses tallados: ¿Por qué no comen ni hablan? Ellos no le contestaron, así que los derribó. La gente del pueblo de Abraham estaba enojada y quiso quemarlo, pero Dios tenía un plan diferente y lo mantuvo a salvo.
El Profeta Abraham puso su confianza en que Dios lo llevaría a un mejor lugar. Pidió más, un hijo recto, que Dios le proveyó. Cuando el hijo (Ismael) tuvo edad para trabajar con su padre, Abraham tuvo un sueño inquietante en el que era llamado a sacrificar a Ismael; le contó a su hijo sobre el sueño y ambos estuvieron dispuestos a someterse a la voluntad de Dios. Abraham puso a Ismael sobre la piedra, pero Dios lo llamó para que se detuviera. Esa fue una prueba y Abraham la venció debido a su total sumisión al mandato de Dios. Abraham es recordado por las siguientes generaciones como un hombre recto. Le fueron dadas noticias de otro hijo recto llamado Isaac. Entre sus descendientes estaban los justos, pero también aquellos que se perjudicaron a sí mismos.
Dios también favoreció y apoyó al Profeta Moisés y a su hermano Aaron. Ambos fueron librados de la angustia y guiados al camino recto. Dios les dio la Torá. El Profeta Elías fue uno de los devotos de Dios, él cuestionó a su pueblo acerca del falso dios Ba’l, pero ellos lo ignoraron y enfrentaron las consecuencias. Lot fue otro Profeta que fue librado del castigo junto con toda su familia, con excepción de su esposa, ella fue dejada para enfrentar el castigo con los malhechores. Su ciudad es un recordatorio constante, pero muchas personas no prestan atención.
En la siguiente escena está el Profeta Jonás. Él huyó de su pueblo incrédulo en un barco sobrecargado, donde tiraron parte de la carga para que pudiera ir a bordo. Ser tragado por la ballena fue su castigo justo, pero fue librado del daño porque había sido uno de los creyentes fieles de Dios. Fue arrojado a tierra y Dios lo protegió de los elementos y de una enfermedad grave. Luego Dios le otorgó una gran nación que creyó en él y se les permitió vivir sus vidas.
Aleyas 149 a 182: Se niegan las supersticiones
Muchas personas de La Meca afirmaban que los ángeles eran las hijas de Dios. Dios refuta dicha superstición. Luego decían que Dios era pariente de los genios. ¿Cómo podría ser esto posible cuando los propios genios tienen que comparecer ante Dios y dar cuenta de sus obras? Dios está muy por encima de dichas supersticiones, y solo aquellos destinados al Fuego creerían tales cosas.
Los ángeles tienen rangos y glorifican a Dios. Anteriormente, los incrédulos pidieron por un Mensajero y dijeron que seguirían su guía; sin embargo, cuando el mejor Mensajero y la mejor revelación les fueron enviados, recurrieron a la incredulidad. Pero ellos llegarán a saber y entender. Dios le asegura al Profeta Muhammad que él verá la caída de ellos, tan seguro como que ellos verán su victoria. Dios está muy por encima de lo que ellos le atribuyen. La sura cierra con una bendición sobre los mensajeros de Dios y declara que toda alabanza es para Dios.
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