Sura 23, Al Muminún (Los creyentes)
Descripción: Este capítulo fue revelado durante la etapa media de la residencia del Profeta Muhammad en La Meca. Fue durante el período más duro de la hambruna en la región. Había comenzado un conflicto amargo entre él y los incrédulos, aunque aún no había empezado la persecución. Contiene 118 versículos, y su título se basa en la referencia a los creyentes que se hace en esta sura.
- Por Imam Mufti (© 2017 IslamReligion.com)
- Publicado 27 Nov 2017
- Última modificación 25 Jun 2019
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Aleyas 1 a 11: Cualidades y recompensa de los creyentes
En este mundo de Dios, el éxito es para aquel que es un verdadero creyente, quien se dedica plenamente a Dios y a nadie más que a Dios, y quien lleva una vida orientada a Dios. La consciencia de Dios no es un asunto simple, sino que conlleva una revolución en la vida de la persona, que se convierte en un adorador de Dios y se prosterna ante Él en sumisión. Su sinceridad y seriedad aumentan hasta el punto de que desperdiciar el tiempo en búsquedas vanas le parece fatal. Deja una parte de sus ganancias en el Nombre de Dios y con ello ayuda a los necesitados. Ejercita control sobre sus deseos sexuales y les da rienda suelta dentro de los límites prescritos por Dios. Vive su vida en este mundo como una persona responsable, y nunca se apropia indebidamente de aquello que se le confía. Tal persona jamás deshonra cualquier promesa que hace. Aquellos que poseen estas cualides son los siervos favorecidos de Dios. Dios mantiene listos los jardines del Paraíso para esas personas. Después de la muerte, serán enviados a ese nuevo "mundo" para que puedan saborear eternamente sus alegrías.
Aleyas 12 a 22: Manifestaciones del poder de Dios y la afirmación de la vida después de la muerte
El ser humano se desarrolla y crece en el vientre de su madre. En tiempos antiguos, el período desde la concepción hasta el parto estaba envuelto en el misterio. Solo hasta el siglo XX, los avances de la ciencia moderna permitieron observar el desarrollo de un bebé en el vientre de su madre y obtener información directa de ello. La descripción vívida que hace el Corán de las diversas etapas de la formación y el nacimiento de los seres humanos, es sorprendentemente idéntica a los hallazgos científicos modernos. Esto proporciona una prueba clara del hecho de que el Corán es el Libro de Dios. Si no hubiera sido así, tal similitud entre los hallazgos de la investigación moderna y las afirmaciones del Corán, reveladas hace mil cuatrocientos años, no habría sido posible.
El desarrollo del embrión en el vientre materno muestra que el Creador de este mundo es el Ser más perfecto. Nuestro conocimiento de la creación humana nos obliga a creer que una segunda creación es totalmente posible.
El ser humano es una criatura pequeña. En comparación, el universo es tan enorme que le causa temor al hombre. En la vastedad del espacio, innumerables planetas y estrellas giran a altas velocidades. Sin embargo, el aspecto más maravilloso del universo es que es altamente favorable para la existencia de los seres humanos. Además, el planeta ha sido diseñado para satisfacer todas las necesidades de los humanos. Por ejemplo, un hombre es capaz de domesticar una variedad de animales y utilizarlos de diversas formas. El vientre de la vaca, por ejemplo, es una fábrica maravillosa de una mercancía muy valiosa, la leche. Todos estos factores justifican el reconocimiento del hombre de su Dios Bondadoso y Misericordioso, y su permanencia siempre agradecida a Él.
Aleyas 23 a 56: La invitación del Profeta hacia el camino de Dios
El Profeta Noé amonestó a su comunidad durante mucho tiempo, pero ellos no estaban listos para aceptar su llamado. Cuando se ha alcanzado el límite del esfuerzo humano, comienzan la acción divina, es momento del llamado a rendir cuentas, no del consejo. La retribución de Dios apareció en la forma de una tormenta que ahogó a toda su comunidad, con la excepción de algunos creyentes. Los pocos que tuvieron fe en Noé entraron en el arca, Dios los salvó de las sombrías consecuencias del diluvio que habría sido su destino si hubieran rechazado la verdad.
Después de haber sido liberados en el arca, la generación de los creyentes en Noé floreció, pero con el paso de los siglos, se sumergieron en los mismos males en los que sus predecesores habían caído.
Aleyas 63 a 92: Los politeístas
Aquellos dedicados por completo a la vida de este mundo no están interesados en ningún discurso acerca de Dios o del Más Allá. Ellos ignoran dichas conversaciones y están perdidos en las búsquedas mundanales. Cuando inicie la retribución de Dios, esa gente olvidará su imprudencia y arrogancia y comenzará a implorar con humildad.
La verdad es aquello que está en consonancia con la realidad. Pero aquellos que se entregan a sus pasiones quieren que la verdad sirva a sus intereses y deseos. La verdad les parece extraña y, por lo tanto, son incapaces de reconocer la posición real de quien los invita a ella, y tratan de probar que está errado.
El universo parece estar en perfecta armonía, mientras que el mundo de los humanos está en turbulencia por doquier. Esto se debe a que el universo funciona con base en la verdad (las leyes naturales). Si tuviera que funcionar de acuerdo a los deseos humanos, también se volvería turbulento, como lo es el mundo humano.
En el período mecano del Islam, cuando los quraishíes rechazaron al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), Dios les envió la hambruna por varios años. De acuerdo con el esquema de Dios, cuando una comunidad adopta una actitud arrogante y no acepta los buenos consejos, Él le da un castigo de advertencia para ablandar sus corazones y hacerlos prestar atención a la verdad.
Aleyas 93 a 119: Conclusión
La oración muestra que un creyente es siempre una persona que teme a Dios. Incluso cuando el castigo de Dios está dirigido hacia los demás, él comienza a temblar de miedo. Comienza a dirigirse a Dios con toda humildad, porque sabe que, si quiere ser salvo, no lo será solo por sus obras, sino por la misericordia de Dios.
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