¿Cómo difiere la fe del Islam de las de otras Religiones? (parte 2 de 2)
Descripción: Algunas de las únicas características del Islam que no se encuentran en otros sistemas de creencias y modos de vida.
- Por Khurshid Ahmad
- Publicado 08 Sep 2008
- Última modificación 08 Sep 2008
- Impreso: 473
- Visto: 24,405 (promedio diario: 4)
- Clasificado por: 130
- Enviado por email: 2
- Comentado: 0
Balance entre lo individual y la Sociedad
Otra característica única del Islam es que establece un balance entre el individualismo y el colectivismo. Cree en la personalidad individual del hombre y acerca a todos a Dios. El Profeta, que las piedades y bendiciones de Dios estén con el, dijo:
“Cada uno de ustedes es un guardián, y es responsable de lo que custodia. El gobernante es guardián de su pueblo y responsable de ellos; un esposo es guardián de su familia y responsable de ella; una mujer es la guardiana del hogar y responsable de él…”.
He escuchado eso del mensajero de Dios y creo que también dijo: “Un hombre es el guardián de la propiedad de su padre y responsable de ella, por lo tanto todos ustedes son responsables de las cosas que estén bajo su poder”. (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
El Islam garantiza los derechos fundamentales del individuo y no permite que nadie interfiera con ellos. Hace al adecuado desarrollo de la personalidad del hombre uno de los principales objetivos de la política educacional. No se adhiere al punto de vista de que el hombre debe perder su individualidad en la sociedad o en el estado.
En el Islam, todos los hombres son iguales, sin importar el color, el idioma, la etnia o nacionalidad. Se llama a si mismo como consciencia de la humanidad y hace desaparecer todas las falsas barreras de la raza, estatus, y riqueza. No puede negar el hecho de que tales barreras han existido siempre y continúan existiendo hoy en día en la reconocida era progresista. El Islam remueve todos los impedimentos y proclama el ideal de la humanidad siendo una familia de Dios.
El Islam es internacional en su perspectiva y punto de vista y no admite barreras y distinciones basadas en el color, clan, sangre o territorio, como era el caso antes de la llegada de Muhammad. Desafortunadamente, estos prejuicios continúan existiendo de diferentes maneras incluso en la edad moderna. El Islam pretende unir la raza humana entera bajo un solo estandarte. Para un mundo roto por las rivalidades nacionales y los fraudes, representa un mensaje de vida y esperanza y un glorioso futuro.
El historiador A. J. Toynbee ha desarrollado algunas interesantes observaciones al respecto. En su libro ‘Civilization on Trial’, escribe: “Existen dos Fuentes visibles de peligro (una psicológica y otra material) en las presentes relaciones de este proletariado cosmopolita, i.e., (humanidad occidentalizada) con el elemento dominante en nuestra moderna sociedad occidental son las distinciones de raza y el alcohol; y en la lucha con cada uno de estos demonios el espíritu islámico ofrece un servicio que podría probar, si fuese aceptado, ser un valor moral y social.
La extinción de la consciencia de raza entre los musulmanes es uno de los mayores logros del Islam, y en el mundo con temporáneo existe, como suele suceder, una necesidad urgente de propagación de esta virtud islámica… es imaginable que el espíritu del Islam sea la consolidación a tiempo que decide este asunto a favor de la tolerancia y la paz.
Con respecto al mal del alcohol, es como si fuese peor entre las poblaciones primitivas de las regiones tropicales que han sido abiertas a la compañía occidental. El hecho es que incluso las medidas preventivas dignas de una estadística impuesta por una autoridad externa son incapaces de librar una comunidad de un vicio social a menos que el deseo de liberación y la voluntad de llevar este deseo a una acción voluntaria propia sean despertadas en los corazones de las personas involucradas. Los administradores occidentales, y en alguna medida los de origen anglo-sajón, son espiritualmente aislados de sus actos ‘nativos’ por la barrera física de color que su consciencia de raza impone; la conversión de las almas de los nativos es una tarea a la cual su competencia no puede esperar que se extienda; y es en esta instancia donde el Islam puede interpretar un papel importante.
En estos recientes y rápidamente ‘abiertos’ territorios, la civilización occidental ha producido un pleno económico y político y, en el mismo aliento, un vacío social y espiritual.
Aquí, entonces, en el primer plano del futuro, podemos remarcar dos influencias valiosas que el Islam puede ejercer en el proletariado cosmopolita de la sociedad occidental que ha moldeado su red alrededor del mundo y ha abrazado la humanidad entera; mientras que en el futuro distante podemos especular con las posibles contribuciones del Islam en algunas manifestaciones de la religión”.
Permanencia y Cambio
Los elementos de permanencia y cambio coexisten en la sociedad y cultura humana y están destinados a continuar de eso modo. Las diferentes ideologías y sistemas culturales han errado en apoyarse sobre uno u otro de estos resultados de las ecuaciones. Demasiado énfasis en la permanencia hace que el sistema sea rígido y le roba flexibilidad y progreso, mientras una carencia de valores permanentes y elementos sin cambios generan un relativismo moral, sin forma y anarquía.
Lo que se necesita en el balance entre los ambos, un sistema que puede encargarse simultáneamente de las demandas del desarrollo y el cambio. Un juez americano, el Sr. Justice Cardozo, dice correctamente que “la mayor necesidad de nuestros tiempos es una filosofía que mediara entre las quejas conflictivas de estabilidad y progreso y suministraran el principio del crecimiento”. El Islam presenta una ideología, que satisface las demandas de estabilidad así como también los cambios.
Un reflejo mas profundo revela que la vida tiene dentro de sus elementos de desarrollo y cambio, no es ni muy rígido e inflexible que no puede admitir ningún cambio incluso en asuntos ínfimos, ni es tan flexible que incluso sus tratos distintivos no tienen carácter permanente por sus propios medios. Esto es evidente al observar al proceso del cambio psicológico en el cuerpo humano, ya que cada tejido del cuerpo cambia una cantidad de veces a lo largo de la vida aunque la persona permanezca igual. Las ramas de un árbol, las flores, y las frutas cambian pero sus características son las mismas. Es una ley de vida que los elementos de permanencia y cambio deben coexistir en una ecuación harmoniosa.
Solo un sistema de vida que suministra estos dos elementos puede satisfacer todas las ansias de la naturaleza humana y todas las necesidades de la sociedad. El problema básico de la vida continúa siendo el mismo en todas las edades y climas, pero las formas y medios para resolverlos así como también las técnicas de manejo del fenómeno sobrellevan cambios con el paso del tiempo. El Islam enfoca una nueva perspectiva de este problema y trata de resolverlo de un modo realista.
El Corán y la Sunnah contienen la eterna orientación del Señor del Universo. Esta orientación viene de Dios, quien no tiene limitaciones de espacio y tiempo y, como tal, los principios del comportamiento individual y social revelados por Él se basan en la realidad y son eternos. Pero Dios ha revelado solo los principios amplios y le ha otorgado al hombre la libertad de aplicarlos en cada edad de un modo adecuado al espíritu y condiciones de esa edad. Es a través del iytihad (el esfuerzo intelectual para llegar a la verdad) que las personas de cada época tratan de implementar y aplicar la orientación divina a los problemas de sus tiempos. De este modo la orientación básica es una naturaleza permanente, mientras que el método de su aplicación puede cambiar de acuerdo a las peculiares necesidades de cada época. Es así que el Islam siempre permanece fresco y moderno.
Record Completo de Enseñanzas Conservadas
Y por último, pero no menos importante, está el hecho de que las enseñanzas del Islam han sido preservadas en su forma original. Como resultado de esto, la orientación de Dios se puede encontrar sin ningún tipo de adulteración. El Corán es el libro revelado y palabra de Dios, que ha existido por al menos mil cuatrocientos años. Todavía lo podemos encontrar en su forma original. Detalles de la vida del Profeta y de sus enseñanzas se pueden encontrar en su inmaculada pureza. No ha habido ni siquiera un cambio en este histórico record. Los dichos y la vida entera del Profeta han sido entregados a nosotros con una precisión y una autenticidad sin precedentes en las obras del Hadith y la Sirah (la biografía del Profeta). Incluso algunos críticos no musulmanes admiten este elocuente hecho.
Algunas de las características únicas del Islam que establecen sus credenciales como la religión del hombre, la religión de hoy y del mañana. Estos aspectos han sido apreciados por millones de personas en el pasado y en el presente y los han hecho afirmar que el Islam es la religión de la verdad y el camino adecuado para la humanidad. No cabe duda que estos aspectos continuarán atrayendo a muchas personas en el futuro. Los hombres con corazones puros y sinceros en busca de la verdad continuarán diciendo:
“Afirmo que nadie merece ser adorado excepto por Dios, que Él es el Único, que no comparte su autoridad con nadie, y afirmo que Muhammad es Su Siervo y Su Profeta”.
Aquí, nos gustaría concluir con las siguientes palabras de George Bernard Shaw:
Siempre he estimado mucho a la religión de Muhammad debido a su maravillosa vitalidad. Es la única religión, que me parece que posee la capacidad de asimilar las fases cambiantes de la existencia, que apelan a cada edad. Lo he estudiado, al hombre maravilloso, y según mi opinión lejos de ser un anticristo, debería ser llamado el Salvador de la Humanidad. Creo que si un hombre como él asumiera el gobierno del mundo moderno, resolvería con éxito sus problemas de un modo en el cual brindaría la paz y felicidad necesaria. He dicho acerca de la fe de Muhammad que sería aceptable para la Europa del mañana como está comenzando a ser aceptable en la Europa de hoy en día.
Agregar un comentario