Sura 49, Al Huyurat (Las moradas)
Descripción: Una colección de mandamientos e instrucciones para enseñar a los creyentes modales y moral.
- Por Aisha Stacey (© 2018 IslamReligion.com)
- Publicado 06 Aug 2018
- Última modificación 06 Aug 2018
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Introducción
Este capítulo de dieciocho versículos fue revelado en Medina, y toma su título de la referencia a las habitaciones privadas de las esposas del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) en la aleya cuatro. Las suras medinenses se suelen concentrar en establecer y educar a la primera comunidad musulmana, y esta no es la excepción. Se dice que fue revelada después de que una delegación llegó a Medina y llamó al Profeta Muhammad desde el exterior de los aposentos de sus esposas.
Esta sura es un intento por enseñarle a la aún pequeña comunidad los buenos modales que corresponden a un creyente. En primer lugar, con respecto al comportamiento hacia Dios y Su Mensajero, el Profeta Muhammad; en segundo lugar, con respecto a la vida comunitaria, los creyentes son advertidos contra el comportamiento que puede corromper el tejido social. Se les advierte de los peligros del tribalismo y el nacionalismo. Finalmente, se les dice a los creyentes que la fe es más que palabras: es acción en relación a dichas palabras.
Aleyas 1 a 5: Muestra respeto
Las dos primeras aleyas están dirigidas directamente a los creyentes. Comienza diciendo: Creyentes, no se pongan delante de Dios y Su Mensajero. No se apresuren, sino que aguarden instrucciones y sigan el camino del Profeta Muhammad. Teman y sean conscientes de Dios porque Él lo oye y lo sabe todo. Creyentes, no levanten sus voces por encima de la voz del Profeta, muéstrenle el debido respeto y no actúen como si estuvieran hablando entre ustedes mismos. Tengan cuidado de que sus buenas obras no sean canceladas sin que entiendan el por qué.
Aquellos entre ustedes que bajan sus voces y hablan suavemente mientras están en presencia del Profeta Muhammad, son los que han pasado las pruebas establecidas por Dios y son realmente piadosos. Esos son los que serán perdonados y bendecidos con una gran recompensa. Se le dice al Profeta Muhammad que aquellos cuyas voces son ruidosas y que se paran frente a sus habitaciones privadas gritando para ser escuchados, carecen de comprensión y de sentido común. No usan su razón, porque si así fuera, sabrían que es mejor para ellos esperar con paciencia. Sin embargo, Dios es Indulgente y Misericordioso.
Aleyas 6 a 8: Recordatorio
Dentro de una comunidad, generalmente hay medidas prácticas con las cuales resolver las diferencias que puedan surgir. Si estas diferencias no son manejadas apropiadamente, pueden minar la estructura de la comunidad. Dios se dirige de nuevo a los creyentes para explicarles cómo recibir las noticias y los informes, y enfatiza la necesidad de verificar todo ello. Dice que, si una persona malvada o un alborotador te trae información, debes investigarla antes de actuar en consecuencia. La acción precipitada puede llevar a que se cometa una injusticia y puedes terminar arrepintiéndote.
Se les recuerda a los musulmanes su gran bendición: el Profeta Muhammad está entre ellos. Tengan eso en cuenta, dice Dios, y denle la importancia debida a ese hecho. Si el Profeta Muhammad siguiera el consejo de algunos de quienes lo rodean, con seguridad todos se verían perjudicados. Deja todos los asuntos en las manos de Dios y del Profeta Muhammad. Esta fe que tienes es hermosa y la incredulidad es un pecado. El mal proceder y la desobediencia deberían serte aborrecibles. Aquellos que están en el camino recto solo son guiados debido a la gracia y las bendiciones de Dios. Él es el Conocedor y Sabio.
Aleyas 9 a 10: Justicia
Si dos grupos de creyentes luchan o toman las armas unos contra otros, la comunidad musulmana deberá trabajar para hacer las paces entre ellos. Si una de las partes continúa actuando erróneamente o rechaza la reconciliación, los creyentes deben luchar contra los opresores hasta que se sometan a los mandatos de Dios. Dios ama a los que son justos. Todos los creyentes son una familia, por lo tanto, hagan las paces con su familia. Sean conscientes de Dios para que reciban Su misericordia.
Aleyas 11 a 13: Una familia
Un grupo de creyentes no debe burlarse de otro grupo. Ustedes son una familia en la fe, todos ustedes tienen derecho a la libertad y la integridad. Aquellos a quienes difames pueden ser mejores que tú a los ojos de Dios. No hagan comentarios sarcásticos unos de otros. Y no utilicen apodos o sobrenombres ofensivos. Aquellos que hagan esas cosas serán llamados malhechores, y eso es algo muy malo después de haber aceptado el papel de creyente.
Eviten sospechar unos de otros y no se espíen. No hablen mal de los demás a sus espaldas, si lo hacen sería como si estuviesen comiendo la carne de su hermano muerto. Ustedes detestarían hacerlo, así que sean conscientes de Dios y Él aceptará su arrepentimiento. Dios les recuerda a los creyentes que todos fueron creados de una sola pareja, hombre y mujer. Ustedes son un pueblo y solo fueron divididos en tribus y naciones para que pudieran conocerse entre sí. Solo una cosa determina la valía de una persona a los ojos de Dios, y esa es la piedad.
Aleyas 14 a 18: Un verdadero creyente
Los árabes del desierto dicen que son creyentes, pero no lo son. Ellos se han sometido, sí, pero la fe aún no ha entrado en sus corazones. Sin embargo, serán recompensados por sus buenas obras, porque Dios es Perdonador y Misericordioso. Los verdaderos creyentes, dice Dios, son aquellos que creen en Dios y en el Profeta Muhammad sin ninguna duda ni vacilación. Esos son los que permanecen firmes siguiendo la guía de Dios en todas las situaciones.
No trates de decirle a Dios acerca de Su religión, porque Él sabe lo que está en tu corazón y en tu mente, y lo que está en los cielos y en la Tierra. Él lo sabe todo. Algunas personas creyeron que le hacían un favor al Profeta Muhammad al abrazar el Islam, pero deberían saber que fue Dios quien les hizo a ellos el favor de guiarlos a la fe verdadera. Él conoce todo lo que está expuesto y lo que está oculto en los cielos y en la Tierra, y ve todo lo que haces.
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