La naturaleza cohesiva de la familia (parte 2 de 4): El rol de los cónyuges
Descripción: Las razones y los propósitos del matrimonio, el énfasis puesto en el trato amable hacia las esposas, y cómo esto ayuda a mantener la armonía en la familia.
- Por Jamaal al-Din Zarabozo (© 2010 IslamReligion.com)
- Publicado 30 Aug 2010
- Última modificación 30 Aug 2010
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El matrimonio es una institución muy importante en el Islam, el Corán muestra que existe un vínculo claro entre los hombres y las mujeres. En numerosos lugares en el Corán, Dios le recuerda a los seres humanos que ellos provienen del mismo ser humano original. Es por medio de este vínculo que están interconectados, y a través de estos vínculos se establecen algunos de sus derechos, de unos y otros. Dios dice al comienzo del Capítulo 4, titulado "La Mujer":
“¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su cónyuge e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Dios, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Dios os observa”. (Corán 4:1)
Sin embargo, más allá del origen que los dos sexos comparten, Dios señala que el amor y el afecto que Él ha creado en los corazones de los esposos es uno de Sus grandes signos, que actúa como augurio para las personas de entendimiento. En otras palabras, tales personas pueden mirar a este aspecto de la creación y recordar la grandeza del trabajo y poder de Dios, la perfección de Su creación y la magnífica piedad que Dios colocó en este mundo. Dios dice:
“Y entre Sus signos está haber creado cónyuges de entre vosotros para que encontréis sosiego, y dispuso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en ello hay signos para quienes reflexionan”. (Corán 30:21)
Dios también dice:
“Él es Quien os creó a partir de un solo ser [Adán], y del cual hizo surgir a su esposa [Eva] para que encontrase en ella sosiego…”. (Corán 7:189)
Así, según el Corán, las relaciones entre un hombre y su esposa deben tener un amor, piedad y entendimiento mutuo. Dios también ordena que los hombres traten a las esposas amablemente en el versículo:
“…Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas os disgusta, es posible que Dios haya decretado, a pesar de esto, un bien para vosotros”. (Corán 4:19)
Deben mencionarse unas pocas palabras sobre el propósito del matrimonio en el Islam. Esto es necesario porque muchas veces las personas entran al matrimonio o desean desposarse sin tener en cuenta los roles y propósito del matrimonio en sí mismo. No se dan cuenta de las responsabilidades que caerán sobre sus hombros al contraer matrimonio. Sin embargo, si conocen los propósitos del matrimonio y sus responsabilidades son entendidas desde el comienzo, una vez más, las probabilidades de que el matrimonio sea exitoso serán mayores. La persona sabrá lo que se espera de ella, respetando sus responsabilidades, obligaciones y derechos.
Obviamente, el propósito del matrimonio no es simplemente la “diversión” o la descarga de “impulsos animales”. Hay mucho más que eso en el matrimonio. Algunos de los objetivos detrás del matrimonio incluyen[2]: procrear, experimentar el placer físico permitido, alcanzar la plenitud de la madurez, la asistencia mutua para construir una vida estable en este mundo, lograr numerosos beneficios fisiológicos y psicológicos, formar la piedra angular de una sociedad moral, criar a la próxima generación en un marco propicio para el crecimiento moral y espiritual, y unir a las personas y a las familias.
Los derechos del esposo y de la esposa
Para que un matrimonio funcione mejor, cada cónyuge debe entender bien sus derechos, responsabilidades, roles y obligaciones. Por esta razón, la Ley Islámica ha establecido claramente los derechos y responsabilidades de la esposa y del esposo musulmán. Al mismo tiempo, no obstante, cada persona casada debe darse cuenta de que su cónyuge es, antes que nada, otro musulmán, es un hermano/hermana en el Islam. Por lo tanto, todos los derechos del musulmán por la hermandad del Islam también le corresponden al cónyuge. Hay libros sobre el comportamiento del musulmán, la hermandad, el amor y la lealtad entre los musulmanes, y todos los principios se aplican a la persona casada, ya que su esposa es parte de esa hermandad y comunidad Islámica. Además, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios desciendan sobre él, también enfatizó este punto al decir:
“Ninguno de nosotros completa su fe hasta que ame para su hermano lo que ama para sí mismo”. (Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
Sin embargo, el cónyuge posee incluso más derechos debido al gran e importante pacto que se ha contraído entre ellos[3].
Por lo tanto, al discutir los derechos de los esposos y las esposas, este asunto no debe ser tratado de manera fría o legal. La relación entre el esposo y la esposa debe ser mucho más que un asunto de derechos establecidos por la ley que cada uno debe respetar. Por el contrario, debe ser una relación de amor, apoyo y entendimiento mutuo. Cada cónyuge debe considerar las necesidades y capacidades del otro cónyuge. Ellos deben intentar hacerse feliz uno al otro, incluso si alguna vez deben dar el brazo a torcer, y no simplemente estarse asegurando de que están recibiendo todo lo que les corresponde en el matrimonio. Es más, muchas veces sucede que ninguno de los cónyuges cumple completamente con los derechos del otro ni lo hace completamente feliz. Por lo tanto, ambos deben darse cuenta y aceptar sus falencias.
El Profeta aconsejó a los esposos que deben tratar a sus esposas del mejor modo posible -quizás debido a su autoridad o fuerza física-. El Profeta dijo:
“El mejor de ustedes es el que es mejor con su familia (esposa) y yo soy el mejor de ustedes con mi familia”. (Al-Tirmidhi e Ibn Mayah)
Footnotes:
[1] Para obtener más detalles sobre las leyes islámicas del matrimonio, vea el título del autor The Fiqh of the Family, Marriage and Divorce (American Open University, 1997). Este artículo está basado en algunos pasajes de dicha obra.
[2] Cf., Abdul Rahman Abdul Khaaliq, Al-Zawaaj fi Dhill al-Islaam (Kuwait: al-Daar al-Salafiyyah, 1988), pp. 21ff.
[3] Dios dice en el Corán: “¿O pretendéis que se os devuelva lo que le habéis dado después de haber compartido la intimidad y de haber concertado un pacto firme?” (Corán 4:21)
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