Mormonismo – doctrinas y prácticas de la Iglesia Mormona de acuerdo al Libro de Mormón[1].

Los mormones son miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El nombre "Últimos Días" proviene de la creencia de que después de la muerte de los primeros apóstoles, la Iglesia cristiana cayó en la apostasía y necesitaba ser restaurada en "los últimos días"[2].

La Iglesia de los Últimos Días (SUD, o LDS por sus siglas en inglés, The Church of Latter-day Saints) fue establecida en 1830, y desde entonces ha crecido de una pequeña congregación a una religión mundial con más de 14 millones de fieles. Aunque el centro de la iglesia está en el Estado de Utah, Estados Unidos, solo el 14% de los mormones vive allí. La iglesia tiene casi 30.000 congregaciones en más de 130 templos en el mundo. Imprime revistas mensuales en 50 idiomas y ha publicado más de 100 millones de copias del Libro de Mormón en más de 93 idiomas. Actualmente (2012), la LDS tiene más de 50.000 misioneros en 162 países[3].

A nivel más básico, el mormonismo comparte las creencias judeocristianas: la creación del mundo, las historias de Adán y Eva, el diluvio y los profetas. Sin embargo, los mormones tienen un enfoque distinto de estas historias. Por ejemplo, ellos creen que el ángel Miguel nació en la Tierra siendo Adán, el primer hombre mortal. En la versión mormona de la historia de la creación, Jesucristo, quien según ellos antes de nacer fue el Jehová de la Biblia hebrea, creó la Tierra y todo lo que contiene por instrucción de Dios el Padre. Esta es una noción muy similar a las creencias de los Testigos de Jehová[4].

El concepto mormón de Dios es muy distinto de lo que la mayoría de las denominaciones cristianas creen, y sobra decir que es muy diferente al del judaísmo y al del Islam. Los mormones creen que Dios es inmortal y que Él fue un hombre, aunque un hombre perfecto y exaltado. Dios no es de otra especie y es el gran incognoscible, sino que es realmente nuestro Padre en el cielo. Según la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, Dios es literalmente el padre de todo ser humano. Él tiene cuerpo y emociones como cualquier ser humano. Para los musulmanes y los cristianos esto suena a blasfemia y contribuye a las razones por las cuales la mayoría de las denominaciones cristianas consideran que los mormones no son cristianos. De hecho, tanto la denominación católica como la metodista exigen que los mormones que se convierten sean bautizados en la fe cristiana, lo que usualmente no es el caso cuando un cristiano deja una denominación por otra.

Una creencia mormona que golpea el corazón mismo de cualquiera que practique una de las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e Islam) es la insistencia en que Jesús es el Hijo de Dios en el sentido más literal. Él es el hermano mayor de todos los mortales y es el primogénito espiritual de Dios. Ellos creen que de María, una mujer mortal, Jesús heredó la capacidad de morir; y de Dios, un ser exaltado, heredó la capacidad de vivir para siempre[5].

En consecuencia, y con base en lo que cree la mayoría de los cristianos, la versión mormona de la Trinidad es algo inusual. Según los mormones, la Trinidad es un Dios principal que consiste de tres seres distintos y separados: Dios el Padre, llamado también Elohim; Jesucristo, quien es también el Jehová del Antiguo Testamento; y el Espíritu Santo. Los mormones también creen que hay más de un dios y que los seres humanos tienen el potencial de convertirse en dioses.

Las creencias mormonas oscilan, como un péndulo, entre lo que es aceptado por las principales iglesias cristianas, y su propia mezcla particular de cristianismo y relatos visionarios. Según el científico investigador y exobispo mormón Simon G. Southerton[6], el Libro de Mormón está basado en el concepto de que Mesoamérica fue una tierra desierta poblada por judíos que atravesaron flotando el océano en un bote que se asemejaba a dos grandes platos sujetados para formar una concavidad. Sobra decir que no existe evidencia histórica ni arqueológica que apoye esta teoría.

Sin embargo, los mormones creen que el Jesús resucitado ministró a estas personas, llamadas nefitas. Él apareció ante una congregación en su templo y les permitió sentir las heridas de sus manos y pies. Permaneció con ellos muchos días, enseñando y sanando, y ordenó a doce discípulos. Dio varios mandamientos a la gente y les regaló el don del Espíritu Santo.

Los mormones creen fervientemente que Jesucristo comenzó la restauración de su iglesia en la Tierra a través del profeta Joseph Smith en 1820. Joseph comenzó a tener visiones de la restauración de la iglesia a la edad de 14 años, y aseguró tener las mismas enseñanzas y la organización básica de la iglesia establecida por Jesús en la época del Nuevo Testamento. Según el sitio oficial de la SUD[7], "en 1823 Joseph Smith recibió la visita de un mensajero celestial llamado Moroni, del mismo modo en que los ángeles se les aparecían a los apóstoles en el Nuevo Testamento. Moroni le habló a Joseph acerca de un registro de los antiguos habitantes del continente americano (los nefitas) que estaba enterrado en una colina cercana y que fue escrito en delgadas placas de oro". Joseph encontró las placas cerca de su hogar en Palmira, New York. Con inspiración divina, ya que Joseph no entendía el "egipcio reformado" que era el idioma escrito en las placas, tradujo el libro al inglés. El libro fue denominado Libro de Mormón por el nombre del profeta antiguo que lo compiló.

Junto con el Libro de Mormón, los mormones creen que la Biblia es sagrada y, al igual que los musulmanes, creen que las palabras de Dios que se encuentran en la Biblia son una mezcla de verdad y error debido a que muchas han sido cambiadas u olvidadas. Sin embargo, la versión mormona no es aceptable en modo alguno para el Islam. Las escrituras sagradas de los mormones incluyen también un libro llamado La Perla de Gran Precio, que incluye dos libros perdidos de la Biblia, una traducción del Evangelio de Mateo y los 13 Artículos de Fe, y Doctrina y Convenios, un grupo de 138 revelaciones de Dios y otros dos documentos oficiales.

En el próximo artículo continuaremos explorando las diferencias entre mormonismo, la corriente principal del cristianismo, y el Islam.

La Iglesia de los Santos de los Últimos Días (SUD), más conocida como iglesia mormona, tiene una lista de doctrinas básicas conocida como los 13 artículos de fe. Escrita por Joseph Smith en 1842, esta lista cubre los elementos esenciales en los que creen los mormones. A primera vista parecen inofensivos y típicos de cualquier iglesia cristiana. Sin embargo, dejan de lado algunas creencias importantes que hacen única a la iglesia mormona y explican la razón por la que muchos cristianos creen que el mormonismo no es una denominación cristiana.

Por ejemplo, ellos no describen el concepto de familias eternas ni el bautismo de los muertos (bautismo vicario), ni mencionan algunas de las prácticas y creencias bastante extrañas, tales como el uso de ropa interior de protección especial y ceremonias secretas inusuales.

En el artículo anterior expusimos la afirmación extraordinaria de que tanto Dios como Jesús fueron una vez hombres mortales que jugaron papeles distintos en la creación de la Tierra y en la creación de la humanidad. Ellos son las dos primeras partes de una trinidad que incluye al Espíritu Santo. Los musulmanes encuentran ofensiva la noción de que Dios fue un ser humano. La doctrina fundamental del Islam es que Dios es Uno, Único, incomparable y distinto de Su creación. Del mismo modo, la mayoría de los cristianos encuentran chocante el concepto de Dios como ser humano mortal, incluso a pesar de que no tiene problema en aceptar a Jesús como mortal y divino al mismo tiempo.

Los mormones y los musulmanes comparten la creencia de que la doctrina del pecado original no existe, por lo tanto, ambos creen que la gente no es castigada por los pecados o errores cometidos por Adán y Eva, y que sus hijos no serán llamados a cuentas por Dios debido a sus actos hasta que alcancen la edad suficiente para ser conscientes de ellos. En el mormonismo, esto es alrededor de los 8 años de edad, y en el Islam es a la edad de la pubertad. Y aquí terminan las similitudes. El castigo en el mormonismo es no poder habitar con Dios en el tercer cielo, esto no involucra el Infierno, porque los mormones no creen que el Infierno exista; mientras que la existencia del Infierno es un pilar en la creencia islámica. Las denominaciones cristianas suelen tener algún concepto de Infierno o de un lugar de castigo eterno.

Los mormones creen en el bautismo por inmersión en el agua y la imposición de las manos, por las cuales una persona recibe al Espíritu Santo. Estos rituales son esenciales y sin ellos una persona no será "salva". Los niños mormones son bautizados a los 8 años de edad. En el cristianismo, el bautismo suele realizarse en los bebés, principalmente para retirar la marca del pecado original. Algunas denominaciones cristianas utilizan la inmersión total en agua mientras que otras utilizan el agua de manera simbólica. El Islam no tiene dicho ritual, en lugar de ello, todas las personas nacen musulmanas, es decir, ya nacen sabiendo de Dios y sometiéndose a Él. A la edad de 12 años, los mormones pueden ir al templo y hacer bautismos para los muertos, un proceso único de la iglesia mormona. Los mormones, luego de una extensa investigación genealógica, van a sus templos con listas de sus muertos para bautizarlos de su parte.

El artículo 9 de la fe mormona afirma: "Creemos en todo lo que Dios ha revelado, en lo que Él está revelando ahora, y creemos que Él revelará aún muchas cosas grandes e importantes relativas al Reino de Dios". Esto significa básicamente que Dios continúa Sus revelaciones a través de la línea continua de profetas mormones. Todos los líderes supremos de la iglesia mormona son profetas, comenzando con Joseph Smith, su sucesor Brigham Young, y así sucesivamente a través de las generaciones. La última vez que un profeta mormón publicó una revelación divina fue en 1978, cuando se les concedió a la gente de color la posibilidad de ocupar un cargo en la iglesia mormona. En la mayoría de las denominaciones cristianas, la línea de los profetas de Dios termina con Jesucristo, si bien hay cierta cantidad de personas que han afirmado ser profetas. En el Islam Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) es reconocido como el Profeta final y el único Profeta que recibió revelación después de Jesucristo. Uno de los principios del Islam afirma que Muhammad es el Sello de la Profecía.

Muchos mormones visten lo que a menudo es denominado con sorna "interiores especiales o mágicos". Esta es una práctica totalmente desconocida para los seguidores del cristianismo y del Islam, y podría ser equiparada con el hábito de utilizar vestiduras como amuleto de buena suerte. Los musulmanes creen que no hay poder ni fuerza sino solo en Dios y no llevan ni visten talismanes ni amuletos de ningún tipo. Sin embargo, a los cristianos su religión no les advierte sobre utilizar o vestir un talismán o amuleto para la buena suerte.

En la iglesia mormona, la ropa interior especial es conocida como "prenda" o "gárment" y, según el sitio web dedicado a los templos de la SUD, es un gesto simbólico de las promesas que un mormón le hace a Dios. La prenda siempre es llevada debajo de otra ropa, pegada a la piel, tomando generalmente el lugar de la ropa interior normal. Los mormones comienzan a vestirla durante su primera visita al templo, cuando se someten a una ceremonia sagrada denominada "investidura del templo". Durante este ritual se viste ropa especial adicional, pero la "prenda" es llevada en todo momento, desde ese instante, tanto de día como de noche. "Sirve como recordatorio constante de las alianzas realizadas durante la investidura del templo"[1].

Las iglesias mormonas son lugares públicos dedicados a la adoración, donde los mormones y los visitantes pueden reunirse para rezar, estudiar las escrituras, tomar parte en el sacramento y continuar aprendiendo sus responsabilidades como hijos de Dios. Los "templos", sin embargo, son lugares dedicados donde se realizan ordenanzas sagradas necesarias para la vida eterna. Debido a su naturaleza sagrada, la asistencia a los templos mormones se limita solo a los mormones, que obedecen los mandamientos de Dios y, por lo tanto, son los únicos dignos de entrar.

Las ceremonias de dotación son administradas a los mormones en el templo. Aparentemente, son ordenanzas sagradas y prometen hacer a la persona elegible para el cielo más elevado, y aquellos mormones considerados dignos, participan de buen grado en ellos durante una visita al templo. Las dotaciones se consideran vitales para la ubicación de una persona en el más allá, pero solo pueden ser realizadas en la Tierra. Son muy secretas, pero en los últimos años muchas personas insatisfechas con la iglesia la han abandonado y han revelado muchos aspectos de los rituales. Las ceremonias pueden durar hasta cinco horas y pueden incluir un baño ritual, la unción de todo el cuerpo, y recibir un nombre nuevo.

Sobra decir que dichas ceremonias no existen en el cristianismo ni el en Islam; sin embargo, varios exmiembros de la iglesia mormona han señalado las similitudes entre los rituales secretos mormones y los rituales masones.

El mormonismo contiene muchas creencias y actos que lo ponen fuera del redil de lo que podría considerarse denominaciones cristianas normales. Tan es así que muchos líderes cristianos han condenado esta iglesia como una secta no cristiana. Para el musulmán, el mormonismo contiene tantos elementos del pecado de atribuirle socios a Dios Mismo y otras prácticas extrañas, que apenas si hay puntos en común entre las dos religiones.