Ali, hijo de Abu Tálib (parte 1 de 2): Los primeros años
Descripción: Cómo abrazó el Islam al cuarto sucesor del Profeta Muhammad.
- Por Aisha Stacey (© 2016 IslamReligion.com)
- Publicado 28 Nov 2016
- Última modificación 28 Nov 2016
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Ali Ibnu (hijo de) Abu Tálib fue el primo menor del Profeta Muhammad. Este niño, que admiraba mucho a su primo mayor, creció para convertirse en un noble guerrero del Islam, un juez reconocido, un gran exégeta del Corán, y un líder recto de la nación musulmana.
Ali nació en La Meca alrededor del año 600 d.C. Su padre fue Abu Tálib, tío y firme partidario del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Cuando Ali era un niño, una hambruna asoló el área alrededor de La Meca; la comida escaseaba y muchas familias eran incapaces de alimentar y vestir a sus hijos. Muhammad, que aún no era Profeta, se ofreció a alimentar y cuidar de su primo menor. En consecuencia, Ali fue criado por Muhammad y su primera esposa, Jadiya. Ali amaba a su primo mayor y lo seguía por todas partes copiando sus actos. A medida que crecía, Ali comenzó también a emular los modales nobles de Muhammad[1].
Cuando Ali tenía alrededor de 10 años de edad, Muhammad recibió de Dios Todopoderoso la primera revelación del Sagrado Corán. Ali estaba ahí con su primo, cuando Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le reveló a su familia que él había sido llamado para ser el Mensajero de Dios. Se dice que Ali atestiguó cómo Muhammad y Jadiya oraban a Dios y les preguntó qué estaban haciendo. Tan pronto como el Profeta Muhammad le explicó el mensaje del Islam, Ali lo aceptó como la verdad. Sin embargo, antes de abrazar el Islam, Ali reflexionó profundamente acerca de cuál sería la reacción de su padre. A la mañana siguiente, Ali atestiguó que no hay dios merecedor de adoración excepto Al-lah, y que Muhammad es Su Mensajero. Ali tuvo el honor de ser el primer niño en aceptar el Islam.
Algunos eruditos del Islam creen que Ali debía tener unos 10 años en ese momento, cuando aceptó el Islam, y también se encuentra en varios textos que Ali fue el primer niño en abrazar el Islam. Sin embargo, la edad de Ali no es de importancia, lo que importa es que él era un joven inteligente y brillante, con ganas de aprender y de adorar a Dios de la manera correcta. Muchos eruditos señalan que Ali fue uno de los muchos hombres y mujeres jóvenes alrededor del Profeta Muhammad que jamás fueron iniciados en los rituales idólatras de los árabes preislámicos. Ali jamás se prosternó frente a nada ni nadie excepto Dios.
Ali pasó su infancia con Fátima, la hija menor de Muhammad, y Hadiya. Algunos años después, cuando la comunidad musulmana había emigrado de La Meca a la ciudad de Medina, Ali habló con el Profeta Muhammad y le propuso matrimonio a Fátima.
Sin embargo, Ali estaba molesto por el hecho de que era pobre y no tenía nada valioso para ofrecerle a Fátima como regalo de bodas. El Profeta Muhammad le recordó que tenía un escudo que podía vender. Ali le vendió el escudo a Uzmán Ibnu Affán y estaba a punto de regresar corriendo con emoción a donde el Profeta Muhammad, cuando Uzmán lo detuvo y le regresó su escudo, ofreciéndoselo como regalo de matrimonio para Ali y Fátima. Se cree que Fátima y Ali estaban en medio o a fines de su adolescencia cuando el Profeta Muhammad en persona realizó su ceremonia de matrimonio.
El muchacho que había seguido a su primo como una sombra, se había convertido en un noble joven guerrero. Cuando Dios reveló el versículo: "Advierte a tus familiares cercanos, ¡oh, Muhammad!" (Corán 26:214), el Profeta Muhammad invitó a todos sus familiares a una cena, y después de que hubieron comido, se dirigió a ellos y les preguntó quién de su familia se uniría a la cusa de Dios. Nadie tuvo el coraje de responder, excepto un muchacho iniciando su adolescencia. Ali fue ese muchacho, y se mantuvo de pie de cara a la risa y la burla, expresando su deseo de ayudar al Profeta Muhammad en todo aquello en que pudiera servirle. En los tiempos difíciles que se avecinaban, Ali se mantuvo firme y demostró en repetidas ocasiones su valor y su amor por Dios y Su Mensajero.
Cuando los incrédulos de La Meca planearon asesinar al Profeta Muhammad, se hizo necesario que él y Abu Báker abandonaran La Meca a cubierto de la oscuridad. Mientras ellos caminaban desierto adentro en medio de la noche, fue el adolescente Ali quien durmió en la cama de Muhammad, a sabiendas de que en cualquier instante los asesinos podían intentar matarlo. Ali sobrevivió a esa noche, y en los días siguientes, regresó a sus dueños legítimos los objetos de valor que habían sido confiados al Profeta Muhammad. El Profeta Muhammad consideraba a su primo menor uno de los más valientes, confiables y piadosos de sus compañeros. Poco después, Ali se reunió con su amado primo en Medina.
El Profeta Muhammad apreciaba tanto a su primo menor, que lo llamaba por muchos sobrenombres gratos y entrañables. El nombre que Ali más atesoró fue "Abu Turab" (padre del polvo). Una vez, cuando Ali dormía en el patio de la mezquita, su espalda se cubrió de polvo. El Profeta Muhammad se acercó a él, lo jaló de los pies y le limpió el polvo de la espalda, mientras lo llamaba "Abu Turab" entre risas. El Profeta Muhammad también lo llamó "Al Haidarah" (el león). La joven sombra del Profeta Muhammad se convirtió en un respetado guerrero del Islam.
Ali, hijo de Abu Tálib (parte 2 de 2): De guerrero a Califa
Descripción: La vida de Ali, el león.
- Por Aisha Stacey (© 2016 IslamReligion.com)
- Publicado 05 Dec 2016
- Última modificación 05 Dec 2016
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Ali fue el cuarto Califa bien guiado[1]. Él siguió los pasos del Profeta Muhammad, Abu Báker, Úmar y Uzmán, y gobernó el califato musulmán de acuerdo a la ley de Dios, aproximadamente entre 656 y 661 d. C. Ali fue el primo menor y el yerno del Profeta Muhammad. Pasó su infancia emulando el noble carácter de su amado primo, y su juventud aprendiendo los detalles del Islam. Ali se convirtió en un noble guerrero, físicamente fuerte y firme, pero con un corazón humilde, lleno de amor por Dios y Su Mensajero. Los musulmanes recuerdan a Ali por su valentía, su honestidad, su generosidad, su comportamiento amable hacia los demás y su devoción inquebrantable al Islam.
Después de la emigración a Medina, Ali se casó con Fátima, la hija del Profeta Muhammad. La joven pareja llevó una vida simple y austera, pues Ali no se preocupaba por la riqueza material, sino que se enfocaba en complacer a Dios y alcanzar la felicidad eterna en la otra vida. Ellos no tenían siervos ni esclavos. Ali sacaba y llevaba el agua, y Fátima molía maíz hasta que sus manos estaban ásperas y callosas. Una vez, cuando la joven pareja se acercó al Profeta Muhammad pidiéndole un sirviente, él les dijo que no podía darles tales lujos cuando la gente pobre y hambrienta llenaba la mezquita.
Esa noche, el Profeta Muhammad visitó a Ali y Fátima en su casa. Se sentó al borde de la cama de ellos y les enseñó palabras de recuerdo con las cuales glorificar a Dios. Les aseguró que alabar a Dios sería más beneficioso para ellos que un siervo o un esclavo, para facilitar su carga de trabajo. Ali jamás olvidó el consejo que le dio esa noche, y más tarde en su vida, dijo que no había pasado una noche desde entonces, sin repetir esas palabras antes de dormir. Ali y su familia hicieron todo lo posible para complacer a Dios, a menudo pasaban hambre porque regalaban toda su comida a personas más pobres que ellos. La generosidad de Ali no tenía límites, él trataba a todos con respeto y cordialidad.
El erudito islámico Imam Áhmad describió a Ali como uno de los compañeros más virtuosos del Profeta Muhammad, y Ali era conocido como uno de los partidarios más acérrimos del Profeta; llegó a ser merecidamente conocido como un guerrero fuerte y se distinguió en la primera batalla crucial contra los incrédulos de La Meca, conocida como la Batalla de Báder. El joven "león" participó en todas las batallas que se libraron en los primeros días del Islam, excepto en una única ocasión. Está reportado en una tradición auténtica del Profeta Muhammad, que durante la batalla de Jaibar, el Profeta Muhammad le otorgó a su primo un gran honor.
El Profeta Muhammad les informó a sus compañeros: "Mañana le daré el estandarte (bandera) a un hombre que ama a Dios y a Su Mensajero, y que también es amado por Dios y por Su Mensajero, él no huye del campo de batalla, y Dios traerá la victoria por medio de él". Los compañeros del Profeta Muhammad pasaron la noche preguntándose a quién le sería entregado el estandarte. Se cree que Úmar Ibnul Jattab dijo que fue la única vez en que anheló el liderazgo, pero este honor en particular le pertenecía a Ali.
Después de que Uzmán Ibnu Affán fue asesinado al servicio de la nación musulmana, Ali fue elegido como el cuarto de los que son conocidos como los califas bien guiados. Muchos musulmanes se encontraban deseosos de que Ali tomara el liderazgo, pero Ali estaba preocupado porque el germen de la rebeldía ya se estaba cocinando entre los creyentes. Dudó, hasta que algunos de los compañeros que habían sido cercanos al Profeta Muhammad lo instaron y le dieron su apoyo. Los eventos que rodearon el asesinato de Uzmán habían arrojado a la joven nación musulmana a un período que llegó a conocerse como "época de la tribulación". Ali comenzó y terminó su califato en tiempos de pruebas y tribulación, sin embargo, se mantuvo fiel a sus convicciones y gobernó de manera que correspondía al niño que aprendió su moral y sus valores al lado del Profeta Muhammad.
Ali fue un hombre profundamente religioso, se dedicó al Islam y se esforzó en su vida diaria y en su posición de líder, para defender el Corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad. La guerra estalló entre los musulmanes y Ali se encontró a sí mismo tratando de liderar una nación plagada de rebelión y de lucha. A lo largo de esta época de conflicto y guerra civil, Ali siempre fue consciente de la gran tarea que tenía por delante. Fue responsable por el pueblo de la nación musulmana.
En este punto, debe señalarse con claridad que Ali y Uzmán eran hermanos en el Islam, ambos devotos de Dios, Su Mensajero Muhammad y la religión del Islam. Ambos gobernaron la nación musulmana con corazones humildes, austeridad y piedad.
Ali fue asesinado con una espada envenenada. El asesino, que atacó a Ali mientras este rezaba en la mezquita, puso fin a su vida. Abu Báker, Úmar Ibnul Jattab, Uzmán Ibnu Affán y Ali Ibnu Abu Tálib fueron hombres de noble estatura y elevada fibra moral, gobernaron con el Corán y con las lecciones que les enseñó el Profeta Muhammad.
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